Las rayas venenosas, pertenecientes a la clase de los elasmobranquios, que incluye tiburones y rayas, son especies marinas conocidas por su defensa natural: un aguijón venenoso en su cola. Este aguijón es utilizado para defenderse de depredadores y puede causar lesiones dolorosas a quienes accidentalmente los pisen o manipulen. A continuación, Nick A. Romero H., Biólogo y educador ambiental, explicará los tipos más comunes de rayas venenosas, sus características y su papel en los ecosistemas marinos.
Raya de cola áspera (Bathytoshia centroura)
Con una distribución que abarca el Atlántico, desde Argentina hasta los Estados Unidos, esta especie prefiere hábitats de aguas templadas y fondos blandos. Su tamaño puede alcanzar los 4 metros de largo y los 350 kg de peso, con un aguijón dentado de 30 cm que contiene una neurotoxina potente. Aunque esta especie solo utiliza su veneno para defenderse, su picadura puede ser letal.
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Raya común (Dasyatis pastinaca)
Nativa de África y Europa, la raya común habita en el Atlántico oriental, el mar Mediterráneo y otras áreas. Con una cola delgada y una espina dentada, su picadura provoca un dolor extremadamente fuerte en humanos. A pesar de ser una especie no agresiva, su estado de conservación es Vulnerable debido a la presión humana en sus hábitats.
Raya lisa (Bathytoshia brevicaudata)
Distribuida en el océano Indo-Pacífico, la raya lisa alcanza profundidades de hasta 480 m. Con una masa de 350 kg y hasta 4 metros de largo, su picadura es dolorosa y puede causar síntomas graves como hipotensión, dificultad respiratoria y necrosis en casos extremos. Aunque puede ser letal, está clasificada como de Menor preocupación.
Raya del sur (Hypanus americanus)
Esta especie del Atlántico occidental y el Caribe tiene una zona superior verde oliva o marrón, lo que le permite camuflarse en arrecifes y pastos marinos. Su picadura no es mortal, pero causa un dolor intenso si es pisada accidentalmente. La raya del sur está clasificada como Casi Amenazada.
Raya pelágica (Pteroplatytrygon violácea)
Con una distribución global, la raya pelágica es una de las pocas que habita en aguas abiertas de océanos tropicales y templados. Su coloración púrpura o verde y su espina dentada pueden causar heridas graves y dolorosas.
Raya látigo de agua dulce (Urogymnus dalyensis)
Las rayas de agua dulce son comunes en los ríos de América del Sur, especialmente en la cuenca del Amazonas. Este grupo incluye varias especies que poseen aguijones venenosos en su cola, diseñados para defenderse de depredadores como caimanes y jaguares. Su veneno causa dolor intenso, hinchazón y en algunos casos, necrosis en el área afectada.
Raya redonda (Taeniura grabata)
La raya redonda es una especie del Atlántico oriental y el mar Mediterráneo, de cuerpo circular y robusto. Su aguijón venenoso puede provocar dolor e inflamación, aunque rara vez es letal para los humanos.
Raya de cola de vaca (Pastinachus sephen)
Con distribución en el Indo-Pacífico, esta especie habita en lagunas y estuarios de poca profundidad. Su aguijón venenoso en la cola le permite defenderse eficazmente, causando dolor intenso.
Raya de manchas azules (Taeniura lymma)
Característica de los océanos Índico y Pacífico, esta especie tiene un cuerpo decorado con manchas azules vibrantes. Su picadura causa reacciones inflamatorias y dolor, aunque no suele ser mortal.
Raya látigo de borde blanco (Fluvitrygon signifer)
Las rayas látigo, o rayas pastinacas, son las rayas venenosas más comunes en mares y océanos de todo el mundo. Poseen un aguijón al final de su cola, que inyecta veneno al entrar en contacto con sus presas o posibles amenazas. Su veneno produce dolor, hinchazón e incluso parálisis temporal.
Las rayas venenosas cumplen un papel esencial en el equilibrio de los ecosistemas marinos y de agua dulce. Al alimentarse de moluscos, crustáceos y otros pequeños animales, controlan poblaciones y contribuyen a mantener la biodiversidad en su entorno. Además, son presas para otros depredadores más grandes, lo que las sitúa en un lugar importante de la cadena alimenticia.
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Las rayas venenosas son una fascinante muestra de adaptación en el reino animal. A pesar de su fama peligrosa, los incidentes con humanos son poco comunes y suelen ocurrir cuando las rayas se sienten amenazadas. Conocer los tipos de rayas venenosas y respetar sus hábitats es esencial para coexistir de manera segura con estos extraordinarios seres marinos.