Una salud fuerte se logra a base de una alimentación saludable y de la realización regular de ejercicios. Esas son las bases de un organismo en movimiento, con los suficientes nutrientes para su mantenimiento y con la energía que solo la actividad física logra imprimir en todo el cuerpo.
El Instituto Mayo Clinic afirma que la alimentación y el ejercicio van de la mano, y aclara que cada persona es diferente por lo que la experiencia sirve de guía a cada una para establecer los hábitos que les resultan más convenientes. En esto es vital el cuidado de la salud física, ya sea al realizar actividades de forma casual o por una competición.
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Uno de los puntos a tener en cuenta al realizar ejercicios es prevenir un desgarro muscular. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que este ocurre cuando un músculo es sometido a un estiramiento exagerado y parte de este se desgarra, convirtiéndose en una lesión dolorosa que puede ser causada por un accidente o el uso excesivo e inadecuado de un músculo.
El médico especialista en clínica médica y cardiólogo Daniel López Rosetti remarca que un desgarro muscular lo puede sufrir cualquier persona, pero que principalmente ocurre en aquellas que realizan ejercicios o algún deporte con mayor regularidad. Como primer síntoma, el especialista indica que el dolor agudo es lo que despierta el alerta, luego aparece inflamación y en la piel puede hacerse visible un moretón (hematoma).
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López Rosetti remarca que el tratamiento para hacerle frente a un desgarro muscular incluye en primer lugar el reposo para que el músculo descanse, color hielo en la zona afectada en un lapso de entre 15 y 20 minutos, y cada tres horas. La utilización de vendas compresivas colabora en la restauración del músculo y, por indicación médica, medicamentos antiinflamatorios. El profesional precisa que cuando ya se pasa la parte aguda de este problema de salud, se puede retornar gradualmente a la realización de ejercicios con los correspondientes trabajos de calentamiento previos.