Las plantas, esos seres verdes que iluminan nuestros hogares, no solo añaden un toque natural a nuestro entorno, sino que también nos brindan una experiencia placentera y terapéutica, ya que pueden reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la productividad.
La placentera experiencia de cuidar una planta. Fuente: Freepik.
No obstante, al igual que cuidar de un bebé, entender las necesidades de las plantas puede ser todo un desafío. Estos vegetales nos hablan a través de su aspecto. Cambios en el color de las hojas, caída de ellas o la apariencia marchita pueden ser señales de problemas. Por eso, observar y entender estas señales es crucial para mantener la salud de nuestras compañeras verdes.
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Cuando se riegan las plantas, el agua comienza a fluir desde las raíces hasta la última hojita. Por eso, cuando el suministro de agua es suspendido no alcanza para mantener los tejidos de las puntas de las hojas hidratados y flexibles, produciendo que las células se sequen y mueran.
Además, se le suman los problemas con las raíces, riego excesivo o insuficiente, demasiada exposición solar, exceso de fertilizante y el ciclo de vida que tienen, en el cual las hojas más viejas mueren y dan espacio para las más jóvenes.
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- Puntas marrones y secas: Cuando hay problemas con el riego o el fertilizante, las puntas de las hojas de la planta lucen secas, tostadas y se desmigajan si las tocas.
- Manchas marrones: Este problema que se presenta como puntos hasta secarla por completo, tiene que ver con problemas de hongos o parásitos, que debes identificar y tratar.
- Hojas completamente marrones: Esto no debe preocuparte, ya que es parte del ciclo de vida de la planta. Las hojas generalmente de la parte de abajo, envejecen y caen de forma natural.
La placentera experiencia de cuidar una planta. Fuente: Freepik.
- Diagnostica y cura tu planta: una vez que la hoja se pone marrón no se puede revertir la situación de ella, pero si se puede identificar el problema para evitar que afecte al resto de las hojas.
- Revisa las hojas: Si percibís que las puntas marrones de las hojas están centradas en una sola parte de la planta o solamente en las hojas más jóvenes, es posible que se deba a una exposición directa al sol. Por lo que deberás cambiarla de lugar a uno que tenga más sombra.
- Exceso de fertilizante: Para revertir esta situación debes regar de manera abundante para retirar el exceso de minerales del fertilizante. Luego deja escurrir muy bien la planta y sin encharcar.
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