La piel de las personas es el órgano más grande del cuerpo y que está más expuesto a las condiciones climáticas y de contacto que el resto. Su cuidado es igual de importante que el de los demás y existen muchas maneras de conseguirlo. Algunas afecciones o señales de vejez son fáciles de percibir porque se presentan en forma de arrugas, acné e irritación, entre otras.
Por supuesto, para cada situación existen diversos tratamientos que se pueden implementar. Algunos pueden ralentizar el avance de alguna situación, como por ejemplo el envejecimiento de la piel, pero en otros casos pueden eliminarlos como es el caso de la presencia de acné o de algún tipo de irritación.
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Si nos centramos específicamente en el acné, Mayo Clinic señala que se trata de un trastorno que ocurre en la piel cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas que ya están muertas. Por lo general, el acné aparece en el rostro, en la frente, en el pecho, los hombros y en la parte superior de la espalda.
En cuanto a tratamientos, el acné comúnmente es atacado con productos cosméticos que contiene retinol y en otros casos, considerados más graves, se opta por productos creados con fármacos que tienen algunas contraindicaciones. Por tal motivo, el mundo de la ciencia continúa investigando sobre la piel, sus problemas y las posibles soluciones.
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Al respecto, la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona (España), ha logrado un descubrimiento que puede cambiar la forma en que se contraataca al acné. Se trata de un tratamiento que por ahora solo ha sido probada en ratones pero que pronto podría tener sus primeras experiencias en humanos.
El tratamiento se basa en la utilización de las mismas bacterias generadoras del acné. Se trata de utilizar una especie especial de estas bacterias llamada Cutibacterium acnés. Esta se encarga de promover la síntesis de la proteína NGAL que tiene la misión de regular los niveles de sebo en la piel. Al ponerla en contacto con el acné y la bacteria que lo ha generado, se inicia un proceso similar al de una batalla entre ellas. Los experimentos han demostrado una reducción del 50% de las células que producen sebo en solo 48 horas, por lo que el tratamiento funcionaría como una especie de Caballo de Troya.
Por ahora, según se ha especificado en el portal Nature Biotechnology, el tratamiento se mantiene en proceso de prueba para poder luego adaptarlo al tipo de piel humana. De funcionar como se espera, se estará ante un revolucionario procedimiento contra el acné.
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