De todos los frutos secos que existen, las almendras con uno de los más versátiles, ya que pueden emplearse en pastelería, heladería, ensaladas, platos fuertes y hasta en la cosmetología.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), las almendras tienen forma ovoide de verde y son aterciopeladas al tacto.
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“La almendra es una especie de nuez cuya gruesa cáscara contiene una o dos semillas, también llamadas almendras, que son la parte comestible. Se recogen cuando están maduras. Hay que quitar la piel que cubre la cáscara exterior y dejarlas secar, extendidas en un lugar seco. Poco antes de su utilización es conveniente romper la cáscara para extraer la semilla”, detalla La Sader en sus estudios.
La Fundación Española de Nutrición asegura en sus registros que, dependiendo de las variedades, las almendras pueden ser dulces o amargas, y su valor varía desde el suave lechoso hasta el amargo seco.
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“Las almendras dulces, a diferencia de las amargas, son las que se consumen como fruto seco y comprenden dos variedades, de cáscara blanda y dura. En cambio, todas las almendras amargas tienen cáscara dura. Aparentemente no se diferencian unas de otras, salvo en su tamaño, que es ligeramente mayor en las almendras dulces", destaca la Fundación Española.
Lo cierto es que si te quedan algunas dudas de por qué deberías consumir este alimento, desde este artículo te brindaremos 3 motivos para hacerlo:
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