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Muchas personas utilizan su voz como medio de trabajo y es por eso que deben velar por su salud. Las cuerdas vocales son una herramienta delicada que debe ser protegida y ese es el motivo de este artículo que intentará darte a conocer cómo saber cuándo se debe acudir al médico por afonía para evitar daños colaterales.
Lo primero es señalar que la afonía es la alteración máxima de la disfonía, la pérdida total de la voz, según explica la Clínica Universidad de Navarra (España). Sus expertos afirman que la hiperfunción vocal puede dar origen a patologías como los nódulos en las cuerdas vocales, los pólipos o el edema de cuerda vocal.
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Afonía y consulta médica
Desde la Universidad San Sebastián de Chile remarcan que durante las épocas de frío es cuando más suelen darse los episodios de afonía y disfonía, debido a que existe una mayor circulación de bacterias y virus. A esto condicionantes se suman los daños que causamos en nuestras cuerdas vocales al forzar la voz, los cambios bruscos de temperatura, algunas reacciones alérgicas y respirar por la boca.
Las personas que han padecido de afonía han manifestado entre los síntomas más comunes la pérdida total de la voz, cansancio al hablar, dificultad para hablar en voz alta y dolor de garganta, según informa el Instituto Mayo Clinic. Por lo tanto, resulta necesario trabajar en la protección de la salud de nuestra garganta, sobre todo con el fin de evitar daños colaterales.
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Teniendo en cuenta todos estos datos sobre la afonía, resulta interesante saber cuándo debemos acudir a un profesional para evitar problemas mayores en la salud de nuestras cuerdas vocales. Si bien los especialistas indican que el reposo, ciertos medicamentos y algunos cuidados personales ayudan a resolver este problema, se deben tener en cuenta las siguientes situaciones para acudir a una consulta con un profesional de la voz.
- Persistencia de síntomas: cuando la afonía dura más de tres días se debe consultar con un especialista.
- Dolor severo de garganta.
- Presencia de nódulos o pólipos: en estos casos resultan necesarias pruebas para determinar cómo se encuentra nuestro aparato fonador.
- Dificultad significativa a la hora de hablar.
- Parálisis de cuerdas vocales: por lo general se utiliza una laringoscopia para analizar las cuerdas vocales y ofrecer el tratamiento adecuado.
