La piedra de alumbre es una sal mineral natural compacta en forma de cristal, hecha de un solo ingrediente: alumbre de potasio, que posee propiedades antimicrobianas y se ha utilizado desde la antigüedad.
Entre los beneficios de este compuesto, encontramos que posee propiedades astringentes, antisépticas y antitranspirantes. Esto quiere decir que ayuda a cerrar los poros de la piel y que evita la formación de bacterias. Además, posee funciones cicatrizantes, con lo que aparte de cortar el sangrado con sus propiedades hemostáticas, también ayuda a calmar la piel irritada o el escozor de después del afeitado. Como último beneficio debemos decir que también es hipoalergénica, así que puede utilizarla todo el mundo,.
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Asimismo, también surgen ciertas dudas sobre su cuidado. Sobre esto debemos decir que para mantenerla correctamente y lograr conservarla, solo tienes que enjuagarla y dejarla secar, pero, eso sí, en un sitio del que no pueda caerse.
Hay que decir que el alumbre se comercializa de varias formas, en forma de piedra, que es la opción más natural, en pequeños aplicadores llamados barritas o lápices cortasangre o cerillas cortasangres.
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Lo cierto es que todos son muy sencillos de utilizar: el alumbre es soluble, así que primero tendremos que humedecer con agua la punta del lápiz, la cerilla o un extremo de la piedra. Normalmente, el lápiz o la piedra de alumbre se utiliza después del afeitado, ya que sus propiedades antisépticas y cicatrizantes ayudan a cerrar los poros y a curar los posibles cortes o irritaciones. Sin embargo, también se puede utilizar antes del afeitado para aportar a la piel una protección antiséptica, una opción recomendada para pieles extra sensibles.
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Luego de la utilización de la piedra de alumbre, la misma quedará suave, desinfectada y libre de irritaciones. Sin embargo, entre sus muchos beneficios no está el de ser hidratante, así que lo más conveniente es utilizar una loción o bálsamo aftershave después para aportar a nuestra piel ese toque de humedad e hidratación.