Quienes logran una alimentación balanceada y en su justa medida tienen mayores oportunidades de desarrollarse plenamente, adquirir un estado de salud óptimo, desarrollarse social y laboralmente mejor, y ser menos vulnerable al desarrollo de enfermedades, remarca un informe de la Clínica Pueyrredón (Argentina).
Hacer hincapié en una alimentación de alto valor nutricional y bajo contenido de azúcar, grasa y sal, sumada a la actividad física regular, son los ejes principales para lograr una salud fortalecida, afirma un informe de la Secretaría de Salud de México. Además de sumar nutrientes necesarios para el cuerpo, permite controlar el peso corporal, evitando el sobrepeso y la obesidad, y todas las complicaciones de salud que las acompañan.
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Al respecto, son muchas las dietas que se han puesto de moda en los últimos años y muchas de ellas se viralizan en redes sociales y plataformas digital, sin el sustento médico necesario. Es por ello que se aconseja la consulta con un especialista de la salud antes de cualquier cambio en nuestra alimentación.
La dieta cetogénica es una de las más populares en la actualidad y se basa en un contenido alto de grasa, bajo en carbohidratos y moderado en proteínas, cuidadosamente controlada, sintetiza un estudio de la Liga Internacional Contra la Epilepsia. Además, señala que los alimentos fuentes de grasa de esta dieta son mantequilla, crema de leche o nata, mayonesa y aceites.
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La clave de este tipo de alimentación, explican desde la Clínica Universitaria Odontológica UAX (España), está en la ingesta de alimentos ricos en grasas buenas del 60 al 75 por ciento, combinada con ingredientes ricos en proteínas en un porcentaje del 15 al 30 por ciento. A partir de esta metodología, la dieta cetogénica colabora en la reducción de peso corporal, pero sin perder masa muscular, y tiene un gran impacto en la salud de las personas.
La dieta cetogénica hace que el cuerpo pierda peso de forma más rápida ya que, al carecer de muchos hidratos de carbono, el organismo recurre a la grasa acumulada para generar energía. Por otro lado, este tipo de alimentación ayuda a prevenir ciertas enfermedades.
Un estudio señala que al elegir en esta dieta grasas saludables, como las de la palta y aceite de oliva, el colesterol malo disminuye. Además, personas con diabetes tipo 2 han experimentado una mayor reducción en los niveles de hemoglobina A1C al seguir la dieta cetogénica.
Más allá de lo señalado, se trata de una dieta que no es apta para todas las personas y es por eso que se aconseja la consulta con un especialista antes de realizar cualquier cambio en su rutina de alimentación.