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La comunicación efectiva es fundamental para establecer relaciones saludables y productivas, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Una de las habilidades más importantes para lograrlo es la escucha activa. Según Web Psicólogos, escuchar de manera activa va más allá de simplemente oír las palabras de la otra persona, implica un proceso consciente y deliberado que mejora significativamente la calidad de nuestras interacciones.
La escucha activa es una técnica de comunicación que requiere prestar atención plena y consciente a la persona que habla. A diferencia de oír, que es un acto pasivo de percibir sonidos, escuchar implica comprender y procesar el mensaje en su totalidad, incluyendo los sentimientos y pensamientos subyacentes. Este tipo de escucha se basa en la empatía y el respeto y tiene como objetivo entender verdaderamente al interlocutor.
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A menudo, cuando una persona nos quiere contar algo, simplemente desea ser escuchada. Sin embargo, tendemos a juzgar, a compartir experiencias similares o a ofrecer soluciones sin que nos lo pidan, lo que puede dar la impresión de que no estamos prestando la atención necesaria. La escucha activa implica escuchar sin interrumpir, sin hacer hipótesis o distraerse y mostrando buena disposición a escuchar. Para practicar la escucha activa, debemos:
- No interrumpir.
- No hacer hipótesis sobre lo que nos cuentan.
- No distraerse.
- Mirar a la persona a la cara y atender a sus expresiones faciales.
- Demostrar atención con gestos de asentimiento y palabras de refuerzo.
- Ratificar lo que nos dicen para asegurar la comprensión.
- Centrar toda nuestra atención en lo que se dice y en los gestos.
- El reflejo automático o "mirroring" también es importante, ya que imitar de manera natural las expresiones faciales de quien nos habla indica simpatía y empatía.
Ejemplos de comunicación
Esta escena de "Los Simpsons" muestra, con un toque de humor, cómo Homero practica la escucha activa, a pesar de ser un personaje con cualidades muy contrarias a ella.
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La escucha activa es una habilidad esencial que puede transformar nuestras relaciones y mejorar nuestra capacidad de comunicación. Al aplicar los principios y prácticas recomendadas por los expertos, podemos convertirnos en mejores oyentes, lo que a su vez nos ayudará a entender y conectar más profundamente con las personas que nos rodean. La escucha activa no solo beneficia a los demás, sino que también enriquece nuestra propia experiencia y satisfacción en la vida.
