La diabetes es una enfermedad que afecta la manera en la que el cuerpo utiliza la glucosa (azúcar) en la sangre. Según Mayo Clinic, existen distintos tipos de diabetes pero, más allá del tipo que sea, puede provocar un exceso de glucosa en la sangre y traer consigo problemas graves para la salud de quien la padece.
En este marco, resulta importante tener en cuenta que la diabetes, diagnosticada o aun sin diagnosticar, ocasiona cambios en nuestro cuerpo y es en la piel en donde se ven los más claros. Este órgano, el más grande del cuerpo humano, está compuesto de nervios y vasos sanguíneos que, cuando algo no anda bien en nuestro organismo comienza a manifestarse.
Por eso es que cuando se habla de diabetes, debe tenerse en cuenta que algunos cambios en la piel aparecen antes del diagnóstico y otros durante el tratamiento y que pueden significar la necesidad de un cambio en el mismo. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar con un médico ante los primeros síntomas.
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La diabetes puede traer consigo nueve afecciones en la piel que tienen que ver con la variación del azúcar en nuestra sangre. Una de ellas es la Acantosis nigricans, que trata de la aparición de una mancha oscura que por lo general se percibe en los pliegues del cuerpo.
La Dermopatía diabética es otra afección que produce manchas en las canillas, rojas o marrones, que no producen ningún daño.
La piel de una persona con diabetes puede presentar Necrobiosis lipoidea, que se observa como manchas rojizas, amarillas o marrones que parecen granitos. También suelen aparecer ampollas parecidas a las de una quemadura llamadas Bullosis diabeticorum y se detectan por lo general en las manos, brazos, pies y piernas.
¿Qué hace si se detecta alguno de estos síntomas en la piel?
Otra afección que puede aparecer en la piel se denomina Xantomatosis eruptiva y se trata de bultitos de color amarillo o rojizo. Estos pueden causar dolor y picazón cuando se los toca y por lo general son detectados en las nalgas, los pies, las manos y los brazos. La Esclerosis digital también suele aparecer con la diabetes y se detecta en los dedos de las manos. Aquí la piel comienza a ponerse gruesa y tensa, algo que podría propagarse al resto del cuerpo.
Otro de los síntomas que evidencia la piel de alguien con diabetes son las infecciones bacterianas que se observan en los párpados y las uñas, y causan dolor. También pueden formarse infecciones por hongos que se percibe como un sarpullido que a su vez está rodeado de pequeñas ampollas rojas y escamas. Aparecen en los pliegues húmedos de la piel.
Finalmente, la piel de una persona con diabetes puede estar seca y presentar picazón. Se trata de algo muy común en las personas que sufren esta enfermedad y se debe básicamente a una mala circulación de la sangre. En todos los casos, lo recomendable es acudir con una especialista de la salud para que ofrezca un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado.
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