La onicofagia, conocida como el hábito de morderse las uñas, es una respuesta común al estrés, la fatiga y el aburrimiento que afecta a personas de todas las edades. Aunque este "vicio" tiende a iniciarse en la infancia, su persistencia puede llevar a problemas dentales y estéticos significativos.
Enfrentar este desafío requiere una combinación de conciencia, tratamiento psicológico y medidas prácticas para promover la curación y el cambio de comportamiento.
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Efectos del Onicofagia
Los efectos nocivos de la onicofagia van más allá de las heridas y lesiones en los dedos. También puede provocar problemas oclusivos dentales, lo que puede requerir tratamientos ortodónticos para corregir.
Además, la estética de las manos y los labios puede sufrir, afectando la confianza y el bienestar emocional.
De acuerdo con el sitio de "La voz de la salud" el tratamiento de la onicofagia abarca varias dimensiones. La ayuda psicológica es fundamental para identificar las causas subyacentes del hábito y desarrollar estrategias para controlarlo.
Los psicólogos pueden trabajar con los pacientes para crear pautas de comportamiento que fomenten el control y reduzcan la ansiedad asociada con la necesidad de morderse las uñas.
En paralelo, los odontólogos pueden ofrecer soluciones prácticas, como la fabricación de férulas especiales que impiden el contacto entre los dientes, evitando así el corte de las uñas. Estas férulas pueden ser especialmente útiles durante el proceso de recuperación, que puede llevar varias semanas o incluso meses.
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Además de la intervención profesional, existen medidas que los individuos pueden tomar por sí mismos para combatir la onicofagia. Los productos de farmacia, como los esmaltes de uñas amargos, pueden ayudar a disuadir el hábito al provocar una respuesta de rechazo al sabor.
Envolver las puntas de los dedos con tiritas o esparadrapo puede proporcionar una barrera física que obstaculiza la mordida, mientras que los chicles sin azúcar pueden ofrecer una alternativa saludable para satisfacer el impulso de morder.
En última instancia, superar la onicofagia requiere paciencia, determinación y un enfoque integral que aborde tanto los aspectos físicos como emocionales del problema. Con el apoyo adecuado y las estrategias adecuadas, es posible liberarse del ciclo de la onicofagia y recuperar la salud y la belleza de las manos.
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