Más Información
La infusión a base de esta verdura disminuye el riesgo de tener infecciones; conoce sus demás beneficios
El grano milenario que estimula el crecimiento muscular; será tu mejor aliado en una dieta saludable
No hay dudas de que las mascotas se han convertido en un integrante más de las familias. Los perros y gastos, solo por nombrar a los más comunes, repercuten de diferentes maneras en la vida de las personas, desde la niñez hasta la vejez, y es por ello que también son ampliamente recomendados como compañía.
En esa relación que se establece entre las mascotas y sus dueños aparecen situaciones que han despertado la atención de la ciencia. Al respecto, un estudio norteamericano ha revelado que los perros pueden convertirse en vigilantes del estado de salud de su amo y como punto de partida se establece la convivencia en un mismo ambiente.
Leer más: La fruta que combate la letargia y previene la debilidad muscular
Los perros y la salud humana
El estudio fue elaborado por las investigadoras Audrey Ruple y Courtney Sexton, del Colegio de Veterinaria de Virginia Tech, y ellas señalan que los perros se han adaptado tanto a los humanos que pueden ayudar a estudiar ciertos factores que hacen a la salud humana, pues en ellos se pueden encontrar las consecuencias de las condiciones socioeconómicas del hogar y hasta los efectos de la exposición a determinados contaminantes.
Lo señalado se basa en que las mascotas poseen un metabolismo mucho más rápido que el de sus dueños por lo que se puede decir que viven de una manera más "acelerada" el impacto del contexto diario. Es por eso que se hace referencia al paradigma de One health, que remarca que la salud humana, la animal y la medioambiental están interconectadas.
Lo que sugiere este estudio es que las mascotas pueden ayudar a advertir, de forma anticipada, los problemas de salud que los dueños pueden llegar a padecer. En este caso, los perros son puestos en la misma línea de exposición y de ritmo de vida que los humanos. Sin embargo, especialistas como Ramiro Pastorinho, investigador del Centro de Investigación en Salud Integral de la Universidad de Évora de Portugal, pone el foco en que la alimentación de ambos no es la misma en la actualidad por lo que eso ya echaría por tierra la exposición equivalente de ambos a ciertas toxinas o componentes.