La cúrcuma, conocida por sus propiedades medicinales, ha sido utilizada durante siglos como un remedio natural para aliviar diversas dolencias. Sin embargo, pocos saben que sus efectos pueden potenciarse al combinarla con otra especia igualmente poderosa: los clavos de olor. Juntos, estos ingredientes crean una infusión ideal para combatir dolores articulares y musculares, además de ofrecer otros beneficios para la salud.
Tanto la cúrcuma como los clavos de olor son ricos en compuestos antiinflamatorios. La curcumina, presente en la cúrcuma, y el eugenol, en los clavos de olor, ayudan a reducir la inflamación, aliviando dolores asociados a problemas articulares y musculares. Esta combinación es especialmente útil para quienes padecen condiciones como artritis o fatiga muscular.
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Ambas especias facilitan la digestión. La cúrcuma estimula la producción de bilis, según la Fundación Española de Nutrición (FEN) mejorando la digestión de grasas, mientras que los clavos de olor alivian la hinchazón y promueven un sistema digestivo saludable. Esto hace que la infusión no solo sea un remedio para el dolor, sino también un apoyo para el bienestar digestivo.
La cúrcuma y los clavos de olor contienen compuestos que combaten infecciones y protegen al organismo contra los radicales libres. Esto fortalece el sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades y mantener un cuerpo sano.
El té de cúrcuma con clavos de olor también contribuye a mejorar la circulación, lo que beneficia la salud cardiovascular. Un flujo sanguíneo óptimo es esencial para mantener el corazón y otros órganos vitales en buen estado.
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Preparar esta infusión es sencillo:
Ingredientes:
1 taza de agua
1 cucharadita de cúrcuma en polvo o 2 cm de raíz fresca rallada
2-3 clavos de olor
Opcional: miel o limón al gusto
Instrucciones:
Hierve el agua en una cacerola.
Añade la cúrcuma y los clavos de olor.
Reduce el fuego y deja hervir a fuego lento durante 10 minutos.
Cuela la mezcla y, si lo deseas, agrega miel o limón.