Se acerca el 15 y 16 de septiembre y los ya se preparan para festejar en grande. Año tras año, las se reúnen en la mesa para degustar todo tipo de platillos originarios del país.

La noche mexicana tiene por objetivo conmemorar la Independencia de México, a la par que fomenta la convivencia en un ambiente con baile, juegos, antojitos y hasta trajes típicos, como el de charro.

La gastronomía juega un papel fundamental, pues en esta temporada se elaboran platillos procedentes de diversas entidades de la República. La fusión de sabores permite apreciar la riqueza culinaria de la nación.

Vale la pena mencionar que México aporta al mundo gran cantidad de alimentos y bebidas distintivas del mes patrio, entre las que se incluyen el tequila y mezcal.

Gastronomía de México. Foto: Pixabay
Gastronomía de México. Foto: Pixabay

Platillos para celebrar la noche mexicana

En 2015, la cocina mexicana fue adscrita por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así que antes de organizar la noche mexicana, conviene tener presente los siguientes platillos:

  • Chiles en nogada

Este platillo típico del estado de Puebla es considerado como uno de los más representativos de la alta cocina mexicana. Fue creado por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica para celebrar la Independencia.

Consiste en un chile poblano relleno de carne de res y puerco, mezclado con fruta, como plátano, manzana, pera, durazno, y bañados con una salsa de nuez.

Chiles en nogada. Foto: Especial
Chiles en nogada. Foto: Especial
  • Pozole

El pozole es el plato por excelencia para celebrar las fiestas patrias. Su historia se remonta a la época prehispánica.

En el país existen al menos 20 variantes, el más conocido es el pozole blanco y que se prepara con carne de cerdo, caldo de maíz cacahuazintle, y se acompaña con lechuga, rábanos, cebolla, orégano, chile piquín molido y unas gotas de limón.

Imagen: Taste Atlas
Imagen: Taste Atlas
  • Mole

Creado en la época prehispánica, su nombre proviene del náhuatl molli o mulli, y se refiere a varios tipos de salsas preparadas a partir de chiles y otros ingredientes.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el mole tiene al menos 50 variantes, la mayoría del estado de Oaxaca: negro, rojo, amarillo, coloradito, verde, chichilo y manchamanteles.

Mole. Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Mole. Foto: Archivo EL UNIVERSAL
  • Sopes

Tienen su origen en las culturas prehispánicas que habitaban la zona centro y sur del país, pero se cree que fueron los toltecas quienes los crearon.

Este platillo tiene base de maíz y, por lo general, se acompaña de frijoles, papa, lechuga, cebolla, queso, rábanos y salsa de jitomate. Además, se sirve con guisos como bistec, longaniza, pollo o picadillo.

Sopes. Foto: Especial
Sopes. Foto: Especial
  • Pambazos

Son originarios de Xalapa, Veracruz, y se cree que fueron creados en el Virreinato, cuando se estableció la producción del “pan basso”.

Este pan era elaborado a partir de distintas mezclas de harina, huevo y leche, pero resultaba económico. Por lo tanto, solo se vendía en las pambazerías, de ahí su nombre.

Con el paso de los años evolucionó a como se conoce en la actualidad. Y su sabor se distingue al estar bañado en salsa y relleno de papas con longaniza, lechuga, queso, crema y salsa.

Pambazo. Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Pambazo. Foto: Archivo EL UNIVERSAL


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foh/sal

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