Un nuevo estudio genético realizado a perros de raza pura y mixta cuestionó los estereotipos que se tienen sobre las razas caninas y la personalidad que se le atribuye a cada una de ellas.
Investigadores de la UMass Chan Medical y la School of Life Sciences de Arizona State University estudiaron 11 posiciones del genoma canino asociadas al comportamiento, de las cuales ninguna era específica de la raza y otras 136 que sí estaban asociadas al comportamiento de los perros.
A las razas caninas modernas se les atribuye a menudo características y temperamentos (audaz, afectuoso, amistoso, adiestrable) que se correlacionan con su función ancestral (pastoreo, guardia o caza) por lo que criadores y dueños suponen que la ascendencia de la raza predice el temperamento y comportamiento de los perros. Incluso hay pruebas de ADN que se comercializan como herramientas para que los dueños de perros conozcan la personalidad individual de su mascota, pero no se habían realizado estudios genéticos que relacionaran el comportamiento con la ascendencia u otros factores genéticos.
Precisamente este estudio especifico es el que realiza Elinor Karlsson, directora del estudio y profesora asociada de Medicina molecular en la UMass Chan Medical School en conjunto con Noah Snyder-Mackler, profesor adjunto de la School of Life Sciences de Arizona State University (ASU).
Los resultados se publicaron en un número reciente de la revista Science, el estudio analizó a 2 mil 155 perros de raza pura y mixta, además de 18 mil 385 encuestas a los propietarios.
Para Snyder-Mackler, de ASU, la investigación muestra el poder de las herramientas genómicas actuales para estudiar a los animales de compañía y obtener más información sobre el impacto que tiene el entorno social en ellos.
"Este estudio no habría sido posible sin los intensos esfuerzos realizados para generar un conjunto de datos de comportamiento masivo y combinarlo con la secuenciación del genoma completo de casi 2 mil perros, sin hacer un gasto excesivo”, dijo Snyder-Mackler, cuyo laboratorio se enfoca en indagar temas de salud humana que involucran animales de compañía.
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Genética no determina agresividad o cariño Los investigadores analizaron el comportamiento de los perros con base en la raza que declararon sus propietarios y la ascendencia racial que se detectó con el estudio genético.
Los resultados mostraron que la contribución genética de la raza en el comportamiento de los canes era de apenas 9%, y que hay horas rasgos que proporcionan más información.
Por ejemplo, la edad es un mejor predictor para medir los patrones motrices dirigidos por juguetes, mientras que el sexo del perro fue el mejor indicador para analizar la conducta de levantar la pata para orinar.
Los investigadores tampoco encontraron comportamientos exclusivos de alguna raza. Tal es el caso de los labradores, de quienes se cree que tienen menos propensión a aullar; 8% de los propietarios declararon que sus labradores aúllan.
En la investigación también se revisó la ascendencia genética de los perros mestizos, para comprobar la hipótesis de que el comportamiento se hereda en función de la raza, pero solo se encontró que hay ciertas acciones en las que sí hay una relación directa.
En cambio, las diferencias genéticas entre razas como golden retriever, chihuahuas, labradores, pastores alemanes y otras se pueden ver perfectamente en el color y longitud del pelaje, así como otros rasgos físicos que distinguen a cada raza.
La conclusión del estudio liderado por Karlsson es que las características de comportamiento están influenciadas por múltiples factores, como el entorno y la genética individual, pero que la clasificación moderna de las razas desempeñaba un papel modesto en el resultado.