Los casos de violencia que han conmocionado a México en días recientes tienen dos factores en común: fueron grabados por cámaras de seguridad y causan indignación.
Tocan fibras sensibles en una sociedad donde la violencia se ha normalizado y ha escalado al mundo digital. Allí es común encontrar videos de denuncia con los que los usuarios pretenden exhibir a los violentos.
Y ha funcionado. Al menos hay 5 casos documentados recientemente donde “la mirada” de una cámara de seguridad fue determinante para tener imágenes de los agresores, identificarlos y mejor aún; mostrar pruebas contundentes de sus acciones.
Los escenarios son distintos; la vía pública, restaurantes, incluso una escuela… La intolerancia y la violencia desmedida convergen sin importar latitud: Estado de México, San Luis Potosí, Nuevo León, Guanajuato.
Milagros Monserrat en León, Guanajuato
El terror con el que Milagros Monserrat vivió el ataque directo con el que fue privada de la vida quedó inmortalizado por la cámara de seguridad de un domicilio en la colonia Granada de León, Guanajuato.
Fueron segundos que además de exhibir la crueldad del ataque se convirtieron en imágenes claves para identificar al presunto asesino: Miguel ’N’, aunque su familia sospecha que hay cómplices inmiscuidos.
En redes sociales se viralizó su rostro, nombre e incluso domicilio y teléfono hasta ser finalmente detenido. Pero, Milagros Monserrat está muerta y la exigencia es por justicia.
Maestra de kinder Frida Kahlo en Estado de México
El caso que sin duda provocó indignación entre la comunidad docente y sociedad en general fue el de una maestra del kinder Frida Kahlo, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México. No sólo fue golpeada y humillada, sino amenazada de muerte por unos padres de familia.
Qué ejemplo se espera repliquen los menores, si son sus padres quienes les enseñan la violencia. Una vez más una cámara de seguridad instalada en el patio de una escuela fue clave para la denuncia.
Las imágenes muestran a unos padres fuera de sí reclamando, humillando y golpeando a una maestra frente a su hijo. Un pequeño que señala “ella es la mala”, mientras sostiene la mano de su papá.
Miss Brenda denunció y ahora Jesús y Laura “N’, están detenidos, señalados además de la agresión de cohecho, pues intentaron sobornar a las autoridades.
Sucursal de Subway en San Luis Potosí
Las calles no son el único escenario de agresiones. Los casos de dos trabajadores que fueron víctima de la ira de supuestos clientes muestra la utilidad de los “ojos robóticos” que vigilan los centros de trabajo.
En una sucursal del restaurante de comida rápida Subway el video de una cámara de seguridad dejó al descubierto la brutalidad con la que un adolescente fue golpeado por un cliente que simplemente no pudo esperar.
La víctima de 15 años le pidió formarse para ser atendido, pero recibió una violenta respuesta que lo dejó con fracturas en la nariz y pómulo.
Las imágenes fueron clave no sólo para despertar indignación social sino para que alguna persona lograra identificarlo. Así, por el brutal ataque en el Subway de San Luis Potosí fue detenido Fernando N, “El Tiburón”.
Taquería Orinoco en Monterrey, Nuevo León
El agresor que no logró ser detenido fue el de un trabajador de la taquería Orinoco en Monterrey, Nuevo León. El video se viralizó en Internet a finales de julio y muestra la violencia con la que un hombre golpea a uno de los meseros que lo atendía hasta azotarlo contra la mesa.
Pese a la crudeza de las imágenes, el restaurante sólo tuvo a bien aclarar tres cosas: la agresión ocurrió en 2022, el trabajador continúa laborando con ellos y descartó que el agresor fuera el dueño de la taquería sino un “cliente prepotente”.
Aunque hay una evidencia contundente, éste libró la justicia. La excepción a la regla.
Perrito Scooby en Estado de México
La violencia de la sociedad también ha alcanzado a los animales. El caso de “Scooby” mostró que el maltrato animal tiene consecuencias y graves. El momento exacto en que Sergio N tomó al perrito “Scooby” y lo lanzó a un cazo de aceite hirviendo quedó grabado en video.
Su difusión indignó a tal grado que los usuarios exigieron la detención del sujeto y castigo inmediato. El perrito murió, pero la sociedad tuvo claro que una persona que maltrata a un animal es un peligro potencial, sobre todo si se trata de un oficial cuya labor es procurar seguridad y justicia.
Sergio N fue detenido y la jueza que le dictó prisión preventiva determinó que no merecía ninguna consideración.
Lo peor es que aunque estos casos se han vuelto mediáticos, no son los únicos… Las imágenes son crueles y no sólo indignan, hieren a una sociedad que vive un clima de violencia exacerbada. Por lo que las cámaras de seguridad se han convertido en aliadas en la seguridad y proveedoras de pruebas contundentes contra criminales.
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