De acuerdo con la agencia de investigación de mercado, Nielsen, las emociones están conectadas con el corazón y, por lo tanto, las marcas lo utilizan para generar una relación que, a su vez, genera ventas.
Es una realidad que la emoción y el corazón están conectados con los recuerdos de la esas tardes viendo televisión y que hacían que, en Navidad, le pidieran a los Reyes Magos aquellos juguetes inspirados en la series de dibujos animados que tanto le gustaban a los que hoy son adultos.
Aquí hay cinco ejemplos de cómo la nostalgia de personajes animados que se transmitieron hace 50, 40 o 30 años siguen generando altas ventas de juguetes, que también se convierten en objetos del deseo de millones de personas alrededor del mundo.
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A inicios de la década de los 70, la empresa japonesa Yamanashi Silk Center, que vendía sandalias de plástico, se dio cuenta que sus ventas aumentaban cuando ponía en ellas a algún personaje, por lo que se dedicó a crear y comercializar productos con diferentes caricaturas, especialmente dirigidos a las niñas.
Así, esa compañía se convirtió en Sanrio Company, a donde, tras graduarse de la Universidad de Arte de Musashino, llegó Yuko Shimizu, la creadora de la hoy famosa gatita llamada “Hello Kitty”, quien tuvo su primera aparición en un monedero que salió al mercado en noviembre de 1974 y que de inmediato se convirtió en un éxito.
Como Hello Kitty no surgió de alguna película, cómic o serie de dibujos animados, fue necesario crearle una historia, y fue así que resultó que ella vivía que no era japonesa, sino que vivía en Londres (en aquel entonces, la cultura londinense estaba de moda en Japón) con su hermana y un universo extendido que llegó con los años. ¡Ah!, y no se trataba de una gatita, sino de una niña.
Su fama creció al nivel de que en los 80 fue Embajadora de la Infancia de Unicef, en los 90 abrió parque temáticos, tuvo su propia serie de dibujos animados y en el siglo XXI, además de viajar al espacio, llegaron las franquicias de restaurantes en diferentes lugares del mundo –incluyendo México–, a donde llegan niñas –obviamente acompañadas de sus mamás– para estar inmersas en el universo de este personaje sin boca, pero que tiene todo tipo de estilos de vestir, además de que es todo un símbolo de la cultura pop que ha permanecido vigente durante medio siglo.
Hoy, de acuerdo con Sanrio, se pueden encontrar más de 50,000 productos oficiales de Hello Kitty en 130 países.
En 2017, un expolicía japonés fue reconocido como el mayor coleccionista de Hello Kitty en el mundo con una memorabilia de más de 5,000 objetos con un valor de 30 millones de yenes (unos 3.5 millones de pesos).
La historia de Jason, Billy, Kimberly, Zack, Trini y Tommy fue uno de los fenómenos culturales más grandes de los 90 y que continúan hasta el siglo XXI con series, películas y, obviamente, juguetes.
El concepto surgió cuando el productor televisivo, Haim Saban, vio Super Sentai, una serie de televisión japonesa que nació en 1975 y que presentaba a cinco poderosos jóvenes que unían sus fuerzas para luchar contra diferentes villanos y monstruos.
Su deseo era estrenar la serie en Estados Unidos, pero se dio cuenta que las secuencias en donde los protagonistas aparecían sin trajes serían poco atractivas para la audiencia debido a que los actores eran japoneses. Por eso, se le ocurrió grabar esas escenas con actores estadounidenses y combinarlas con las de luchas que eran las originales filmadas en Japón.
Desde entonces, la serie ha tenido varias versiones televisivas y algunas incursiones en el cine con mediano éxito, aunque algunas son de verdadero culto para sus fans.
En 2018, la empresa juguetera mundial, Hasbro compró a la empresa Saban Brands la licencia de los productos de los Power Ranger por 22.3 millones de dólares.
En noviembre de 1993, el estadounidense Michael Nilsen recibió en su cumpleaños 10 un muñeco de Megazord (el robot que surge cuando los Power Ranger juntan sus poderes), con lo que empezó una colección que para 2022 ya constaba de 9,364 artículos.
Junto con “Mi Pequeño Pony”, Los Ositos Cariñositos fueron creados en 1981 para una línea de tarjetas de felicitación de la empresa American Greetings, y solo un año después salió una original línea de juguetes de colores brillantes y un detalle que los hacía únicos, haciendo referencia a su personalidad: arco iris para alegría, trébol para la suerte, corazón para amor, etcétera.
Un dato curioso es que son obra de la misma persona que creó otro icónico personaje de los 80: “Rosita Fresita”. Como ella, los Ositos Cariñositos tuvieron su propia serie de TV estelarizada por personajes como Tiernosito, Suertosito y Alegrosita –que también se convirtieron en apodos de muchos niños y adolescentes–, pero el éxito de estos juguetes era que su concepto era expresar emociones.
Pocas personas saben que hubo una película con estos personajes que pasó sin pena mi gloria, pero su éxito ha permanecido tanto que, recientemente, Netflix lanzó una serie de dibujos animados.
A lo largo del tiempo, esta ha sido una licencia muy valiosa, pero solo en sus primeros cinco años en el mercado, los Ositos Cariñositos generaron más de 2000 millones de dólares.
Con un valor de 100,000 libras (unos 2.8 millones de pesos), Nicholas Cherrywood, un maquillista estadounidense, es poseedor de más de 1,234 artículos de los Ositos Cariñositos, por lo que en 2023 se convirtió en el mayor coleccionista de esta marca a nivel mundial.
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En 1997, apareció en Estados Unidos –y en México poco después– una serie de televisión animada en Japón llamada Pokémon, que narraba la historia de Ash, un niño que emprende un viaje para lograr convertirse en un maestro Pokémon junto a su compañero, Pikachu.
Pero los dibujos animados (que hoy llevan más de 20 series) fueron solo el final de un furor provocado por Pokémon que nació en los videojuegos a inicios de los 90 cuando Satoshi Tajiri y su amigo, el ilustrador Ken Sugimori, crearon el concepto en Japón.
El concepto se le ocurrió a Satoshi inspirado en su propia infancia cuando exploraba el bosque en busca de insectos y renacuajos, de ahí surgió lo de “Pocket Monsters” (Monstruos de Bolsillo en español), que es lo que quiere decir “Pokémon”
EN 1996, el videojuego fue lanzado por Nintendo para el Gamboy tras un desarrollo en el que trabajaron el mismo Satoshi con el legendario Shigeru Miyamoto, el hombre detrás de títulos como Mario y The Legend of Zelda.
Casi al mismo tiempo, una empresa llamada Media Factory creó el Juego de Cartas Coleccionables Pokémon (o TCG), lo que hizo que años después nacieran torneos de cartas Pokémon en todo el mundo en los cuales los jugadores podían luchar entre ellos. Este producto fue un importante impulsor de esta actividad y se espera que, a nivel mundial, el mercado de cartas coleccionables alcance un valor de 2,261 millones de dólares para 2031.
En 2016, Pokémon revolucionó al mundo cuando irrumpió el videojuego de realidad aumentada Pokémon Go, el cual consiste en buscar a estos monstruos por la calle y que, curiosamente, nació a partir de una broma de Google en el “April Fools”.
En 2022, el youtuber Logan Paul pagó 5,275 millones de dólares por una carta de Pokémon, por lo que obtuvo el Récord Guinness por la carta de esta franquicia más cara vendida en una subasta privada. Se trata de Pikachu Illustrator, una carta conmemorativa que se distribuyó en Japón como parte de un concurso y solo se imprimieron 39 ejemplares. Estaba en perfectas condiciones y sus planes eran convertirla en un NFT que pondría a la venta.
En los 80, las compañías jugueteras creaban caricaturas para vender juguetes, una estrategia de marketing exitosa que creó franquicias como “He Man y Los Amos del Universo” y otra que sigue siendo muy popular en la actualidad: Transformers.
En 1982, en Japón se comercializaron los Car Robots de la serie Diaclone y los Micro Change de la serie Microman, unos coches de juguete que se transformaban en robots. Un año después, Hasbro vio potencial y compró lo derechos.
Para promocionarlos, le encargó a Marvel una colección de cómics y una serie animada con estos personajes como protagonistas y así nació en 1984 la historia de la eterna batalla de Megatron encabezando a los Decepticons contra los Autobots, liderados por Optimus Prime.
En 2007, Tranformers llegó al cine con producción de Steven Spielberg y hasta la fecha se han estrenado siete películas de la misma saga.
Mike Kaye, San Diego, California, tiene la colección más grande de artículos de Transformers, la cual constaba de 10,568 objetos en 2023.
Uno de lo objetos más coleccionados en el mundo son los Funko Pop, unas figuras coleccionable de vinilo que representa a personajes de películas, series de televisión, videojuegos, cómics y otros medios de entretenimiento.
Estos muñecos de cabeza y ojos grandes nacieron en un garage en Washington en 1998 creado por el diseñador Mike Becker, un fanático de los productos vintage. En 2005, Becker le vendió la empresa a Brian Mariotti y lanzó al mercado los Funko Pops en 2010.
El negocio de esta empresa es compra de licencias para reproducir personajes famosos con su propio diseño, por lo que prácticamente cualquier caricatura vintage tiene su propio “Funko”. Estos son algunos de ellos.
Costo: $279 pesos.
Costo: $219 pesos.
Costo: $384 pesos.
Costo: $299 pesos.
Costo: $499 pesos.
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