Este lunes 5 de agosto ha sido testigo de un evento financiero significativo, marcando el mayor descenso en la Bolsa de Valores japonesa desde 1987.
Este colapso bursátil ha tenido repercusiones globales, incluyendo un notable desplome en Wall Street, donde dos de sus principales indicadores, el Dow Jones de Industriales y el Nasdaq, registraron caídas superiores a mil puntos.
El temor a una posible recesión en Estados Unidos ha contribuido a este deterioro, extendiendo su impacto a otros mercados internacionales.
En respuesta a la turbulencia en los mercados, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que el país dispone de reservas suficientes para enfrentar la depreciación del peso, que ha estado acercándose a los 20 pesos por dólar.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador subrayó que el gobierno cuenta con un "margen de protección" frente a este incremento en el tipo de cambio.
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"No nos afecta tanto porque nuestras finanzas están muy fuertes. Por supuesto, somos vecinos de Estados Unidos. Hay integración económica y afecta a todo el mundo, en Japón, en todos lados", expresó.
Por otro lado, las siete principales empresas tecnológicas de Estados Unidos, conocidas como las "Siete Magníficas" —Apple, Microsoft, Nvidia, Google, Amazon, Meta y Tesla—, actualmente constituyen un tercio del valor de mercado del S&P 500. Este índice representa a las 500 compañías más destacadas en Estados Unidos. Este hecho marca un récord histórico en términos de la proporción del valor del mercado atribuida a un grupo tan reducido de empresas.
¿Qué paso el 19 de octubre de 1987 y por qué se le considera la mayor caída bursátil?
Luego de que este 5 de agosto fuera nombrado como “Black Monday” o "Lunes Negro", usuarios en redes sociales han buscado que pasó el pasado lunes 19 de octubre de 1987 en el mundo financiero; por lo que acontinuación te lo decimos.
El lunes 19 de octubre de 1987 es recordado como uno de los días más críticos en la historia de los mercados bursátiles, dando inicio a un colapso conocido como "Lunes Negro". Este evento se distingue por la magnitud sin precedentes de la caída en los índices bursátiles, con un impacto significativo en los mercados financieros a nivel global.
En esa jornada, el índice Dow Jones Industrial Average sufrió una disminución de 508 puntos, cayendo a 1739 puntos, lo que representó una caída del 22.6%.
A finales de octubre, se observaron caídas notables en los mercados internacionales: Hong Kong descendió un 45.8%, Australia un 41.8%, Reino Unido un 26.4%, Estados Unidos un 22.6% y Canadá un 22.5%. Los mercados de Nueva Zelanda fueron particularmente afectados, con una caída del 60% desde su máximo en 1987, y tardaron varios años en recuperarse.
El colapso fue el resultado de una combinación de factores económicos y financieros que crearon un entorno extremadamente volátil. Entre estos factores se encontraban el temor a una recesión global, la sobrevaluación de las acciones y un entorno de tasas de interés elevadas.
Asimismo, el creciente uso de programas de venta automática, diseñados para proteger a los inversores mediante la venta masiva de acciones cuando se alcanzaban ciertos umbrales de precios, exacerbó la caída. En lugar de mitigar el riesgo, estos programas intensificaron el pánico y aceleraron la venta de acciones.
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Los términos "Lunes Negro" y "Martes Negro" también se utilizan para referirse a las caídas en los mercados del 28 y 29 de octubre de 1929, que siguieron al desplome conocido como “Jueves Negro” del 24 de octubre de ese año, marcando el inicio del colapso de los mercados de 1929.
A finales de 1985 y principios de 1986, la economía de Estados Unidos había pasado de una rápida recuperación tras la recesión de principios de la década de 1980 a una expansión más lenta. Esta desaceleración resultó en un breve período de "aterrizaje suave", con la inflación en descenso.
El mercado de valores alcanzó un pico en agosto de 1987, con el Dow Jones en 2722 puntos, un 44% por encima del cierre del año anterior, que fue de 1895 puntos.
El colapso del 19 de octubre fue precedido por caídas significativas durante la semana anterior. Dos eventos noticiosos del 14 de octubre se han señalado como posibles desencadenantes del accidente.
Primero, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos propuso un proyecto de ley fiscal que reduciría los beneficios fiscales relacionados con el financiamiento de fusiones y adquisiciones apalancadas.
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En segundo lugar, el Departamento de Comercio anunció cifras de déficit comercial inesperadamente altas, lo que impactó negativamente el valor del dólar estadounidense, elevó las tasas de interés y presionó a la baja los precios de las acciones. Sin embargo, algunas fuentes han cuestionado la influencia de estos eventos.
El evento también estuvo marcado por problemas en el mercado de bonos y en el sistema financiero en general.
El aumento en las tasas de interés elevó los costos de endeudamiento y la creciente inflación deterioró la confianza en los mercados. Esta combinación de factores creó un entorno de incertidumbre económica que contribuyó al pánico generalizado en los mercados financieros.
El impacto del Lunes Negro fue inmediato y global, generando un efecto dominó que afectó a las principales bolsas de valores en Europa y Asia. En respuesta a la crisis, los bancos centrales y las autoridades financieras adoptaron medidas para estabilizar los mercados. En Estados Unidos, la Reserva Federal intervino proporcionando liquidez y apoyando la estabilidad financiera.
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