Aunque algunos parecen mitológicos, en el mundo ha existido una gran cantidad de animales híbridos, es decir, criaturas cuyos padres provienen de distintas especies.
La mayoría son el resultado de la intervención humana, a pesar de que se han observado híbridos naturales. Por tal razón estos animales suelen ser estériles, lo que significa que no pueden tener crías, debido a incompatibilidades biológicas básicas.
De hecho, los animales híbridos, según la Enciclopedia Británica, suelen ser mucho más escasos que los animales mestizos o ‘criollos’, los cuales son el resultado del cruce entre dos razas de la misma especie.
Mula
No obstante, algunos híbridos sorprendentemente son fértiles y pueden ser fuentes para la formación de nuevas especies.
Probablemente el animal híbrido más conocido por los seres humanos sea la mula, una criatura cuyos padres son un burro y una yegua, y que se caracteriza por ser grande, robusta y fuerte, pero también muy amigable si se le trata con cariño y respeto.
Pero, aparte de la mula, hay otras criaturas híbridas que han impactado al mundo por sus peculiaridades. Algunas, de hecho, actualmente están extintas.
Cebrasno
El cruce entre una cebra y un asno o burro es poco común. Aunque ambas especies pertenecen a la familia de los équidos, según el diario español ‘El País’, el ‘match’ genético entre ambos animales es extraño debido a que la cebra tiene 42 cromosomas y el asno 62.
Por consiguiente, la mayoría de los cebrasnos son todo un fenómeno desde su nacimiento.
El caso más reciente que se ha documentado ocurrió en Kenia. De acuerdo con la organización Sheldrick Wildlife Trust, en 2019 una cebra silvestre escapó del Parque Nacional de Tsavo East y se unió a una manada de ganado de la zona. El animal fue encontrado por personas de la organización y trasladado al Parque Chyulu Hills.
Allí, a inicios del 2020, la cebra dio a luz a una cría con rayas en sus patas y el resto de su cuerpo de color marrón. Inicialmente los cuidadores del parque creyeron que eran manchas de barro.
“Primeramente, pensamos que solo se había bañado en el barro, pero luego se nos ocurrió la verdad: ¡Nuestra cebra rebelde había parido un cebrasno!”, escribió Sheldrick Wildlife Trust en su sitio web.
Narluga
Las belugas y los narvales son dos especies de cetáceos que tienen el mismo tamaño, comparten las mismas aguas árticas y están más estrechamente relacionados entre sí que con cualquier otra especie, de acuerdo con Ed Yong, redactor de ciencia del diario ‘The Atlantic’.
Es por eso que no resulta descabellado pensar en un animal híbrido producto de estas dos especies. Sin embargo, solo hasta 1990 se encontró el primer narluga, cuando Mads Peter Heide-Jørgensen, un científico que estudia mamíferos marinos, llevó a una de estas criaturas al Instituto de Investigación Pesquera de Groenlandia, en Copenhague.
Aunque en ese momento no se pudo demostrar que era un cruce entre ambas especies, décadas después un equipo de investigadores analizó el ADN extraído de uno de los dientes del animal, descubriendo que era un varón, nacido de padre beluga y madre narval.
“Hace un tiempo, presentamos nuestros hallazgos en una conferencia de 150 personas a las que les gustan mucho las belugas, y se podía escuchar caer un alfiler. Ninguno de ellos estaba familiarizado con los híbridos entre esas dos especies”, aseguró Eline Lorenzen, del Museo de Historia Natural de Dinamarca, quien dirigió la investigación.
Coywolf
Principalmente presente en el este de Estados Unidos, este fantástico mamífero es el resultado de la evolución y, según el Wolf Conservation Center (Centro de Conservación de Lobos), a lo largo de los años ha adquirido diversos apodos.
‘Coywolf’ y ‘Coydog’ son los más populares, sin embargo, la comunidad científica suele conocerlo como coyote oriental.
Pero lo impresionante de estos ejemplares es que representan varias especies. El ecólogo y biólogo evolutivo Javier Monzón, de la Universidad de Pepperdine en California, analizó el ADN de los coyotes orientales y descubrió que los genes contienen un poco de tres animales: perro, lobo y coyote.
De acuerdo con la investigación de Monzón, alrededor del 64 % del genoma de estos ejemplares es de coyote; 13 %, de lobo gris; 13 %, de lobo oriental y 10 %, de perro.
Tigón y ligre
Un tigón es la descendencia que nace de un tigre macho y una leona, mientras que un ligre es el hijo de una tigresa y un león, es decir, el cruce opuesto.
Según el Hospital Veterinario Glòries, de España, las leonas portan un gen inhibidor del crecimiento, razón por la cual una de las principales diferencias entre el ligre y el tigón es que este último suele ser más pequeño.
Los tigones, de igual forma, pueden producir rugidos de león y gruñidos de tigre. También tienen comportamientos similares a los de sus padres y pueden disfrutar de nadar y socializar.
Los ligres, por otro lado, se caracterizan por su tamaño, ya que pueden llegar a medir hasta 4 metros de largo (incluyendo la cola), y a pesar más de 400 kilos, que es casi el doble del peso de sus padres, según el medio español ‘La Vanguardia’.
Debido a que se trata de animales híbridos formados por la intervención de los humanos, pues el Hospital Veterinario Glòries indica que los leones y los tigres son dos especies diferentes que no se reproducirían en la naturaleza, los tigones y ligres pueden presentar con mucha frecuencia malformaciones o problemas congénitos que provocan problemas de salud permanentes e irreversibles.
Pumapardo
Los primeros ejemplares del cruce entre un puma y un leopardo aparecieron a finales del siglo XIX en los zoológicos de Hamburgo y Berlín (Alemania), época en la cual se obtuvieron muchos otros híbridos felinos.
Su aspecto es el de un puma alargado y grisáceo, con manchas de leopardo y con una tendencia a tener las patas cortas, pequeño tamaño y muerte prematura.
Cabe resaltar que la cría de pumapardos se interrumpió hacia 1900, sin embargo, actualmente algunos de estos felinos se encuentran disecados.
Zubrón
Este animal híbrido es obtenido del cruce de ganado bovino doméstico y del bisonte europeo, similar al ‘beefalo’, el cual resulta del cruce con el bisonte americano.
Según el portal especializado ‘Bionity’, el zubrón fue creado por primera vez por Leopold Walicki, en 1847, aunque podrían haber surgido otros ejemplares antes de forma natural.
Después de la Primera Guerra Mundial, varios científicos pensaron en este híbrido como un posible reemplazo del ganado doméstico, pues el zubrón es fuerte, y menos susceptible a las enfermedades y a las inclemencias del tiempo.
Por lo general los machos son estériles en la primera generación. En cambio, las hembras son fértiles y pueden cruzarse con ambas especies parentales.
Cebrallo
Estos animales tienen por padres a una cebra macho y una yegua, y los rasgos de ambos son evidentes. Según la página del parque temático ‘Animal Park’, los cebrallos tienen las rayas que caracterizan a las cebras, pero su físico se parece más al de una yegua.
Por lo general, las rayas de los cebrallos no están presentes en todo su cuerpo. En cambio, se limitan principalmente a bandas en las piernas, parte del dorso o el cuello.
Su dualidad los hace tan atractivos, pues combinan la domesticación y el espíritu indomable de sus padres.