La Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé la llegada de un nuevo pulso de polvo del Sahara durante esta semana a México.
El pronóstico de aerosoles estima el arribo de una masa de polvo del Sahara para la Península de Yucatán el miércoles 13 de julio, en concentraciones de bajas a intermedias.
Este fenómeno es común. Dependiendo de la época del año, los vientos soplan en una dirección en específico. En el caso del verano, en África el aire sopla en dirección al continente americano, por lo que año con año recibimos el polvo del Sahara, indica el experto respecto al origen de la nube de polvo.
Las partículas del desierto africano pueden alcanzar distancias remotas siempre y cuando cuenten con una altura favorecedora, la cual también permitirá mayor permanencia en el aire.
“Ellas (las partículas) son levantadas a una altura entre cinco y siete kilómetros donde pueden transportarse de manera muy fácil a grandes distancias y su viaje se realiza con efectividad”, señaló para EL UNIVERSAL, El doctor Luis Antonio Ladino Moreno, especialista en ciencias ambientales de la UNAM.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, pidió el miércoles a la población del sureste del país tomar medidas de precaución.
"Las partículas tienen un tamaño de entre 2,5 y 10 micras, que son las partículas respirables. Entonces, pueden entrar por nariz y boca al momento de respirar y alojarse en la tráquea, en los bronquios o llegar incluso en menor tamaño las 2,5 hasta los terminales, los bronquios y los alveolos en los pulmones", explicó el epidemiólogo.
Las nubes de polvo suelen afectar a las personas que ya padecen enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, el enfisema o la bronquitis crónica, que son parte de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Y estas personas son más vulnerables a sufrir complicaciones si se contagian del nuevo coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el peligro de este fenómeno "radica en el contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas que presenta el polvo".
Y es que cuando los vientos en el desierto del norte de África levantan arena, recogen contaminantes al pasar por zonas deforestadas de la región, principalmente de los países subsaharianos.
"Estas tormentas cuando logran concentrarse y alcanzar áreas pobladas de Europa y América, pueden provocar la aparición de alergias y crisis asmáticas en muchas personas", explica la OMS.
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Con información de BBC