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Las peras son una de las frutas preferidas en épocas de calor, cuando se disfrutan por su frescura y alto contenido de agua. Sin embargo, como muchas frutas, tienen la tendencia a madurar rápidamente si no se almacenan adecuadamente. Si bien es común dejarlas en el frutero o guardarlas en la heladera, estas prácticas pueden acelerar su proceso de maduración, lo que las llevaría a pudrirse antes de tiempo.
El lugar más adecuado para conservar las peras es un espacio fresco y seco. Las altas temperaturas provocan que la fruta madure mucho más rápido, lo que acorta su vida útil. Manteniéndolas en condiciones frescas, las peras pueden durar varios días sin estropearse.
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¿Qué otros factores pueden afectar la conservación de las peras?
Un aspecto necesario para conservar las peras es evitar que estén en contacto con otras frutas, como manzanas o plátanos. Esto se debe a que estas frutas liberan etileno, un gas que acelera el proceso de maduración de las peras y de otros productos vegetales. Asimismo, es importante no almacenarlas en recipientes herméticos, ya que este mismo gas podría acumularse y dañar la fruta más rápidamente.
Tampoco se recomienda meter las peras en el freezer, ya que las bajas temperaturas pueden alterar su textura y sabor una vez descongeladas. Finalmente, es aconsejable lavar las peras justo antes de consumirlas, ya que lavarlas con anticipación puede provocar que absorban más humedad y se deterioren con mayor rapidez.
Por último, Van Amerongen, empresa especializada en técnicas de AC / ULO para la conservación de frutas y verduras, recomienda que las peras se conserven en cámaras frigoríficas y en cámaras con atmósfera controlada. Las mismas se mantienen en buenas condiciones con temperaturas entre -1 y 0ºC, en función de la variedad. Para prevenir en lo posible las pérdidas de humedad, es aconsejable conservar las peras con niveles de humedad altos entre el 90-95%.
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¿Cómo aprovechar las peras en la cocina?
Si bien conservar las peras de manera adecuada es fundamental para disfrutar de su frescura, también es importante saber cómo utilizarlas antes de que maduren demasiado. Las peras son una fruta versátil, ideal para preparaciones dulces y saladas. Desde postres clásicos como tartas y compotas, hasta ensaladas y guarniciones, las peras aportan un sabor único a cualquier plato.
Por ejemplo, una opción simple y deliciosa es preparar una tarta de peras con hojaldre, donde se combina el dulzor natural de la fruta con la textura crujiente de la masa. También puedes optar por algo más sofisticado, como peras al vino tinto, un postre que combina el sabor profundo del vino con la suavidad de la pera cocida.
