Los peces, que constituyen uno de los grupos más diversos y fascinantes del reino animal, desempeñan un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos. Con más de 33,000 especies conocidas, habitan en todos los cuerpos de agua del planeta, desde ríos y lagos hasta los océanos más profundos.
Los peces según la bióloga María L. Thomann, pueden ser de agua dulce o salada y presentan una sorprendente variedad de formas, colores y comportamientos. El sueño es una necesidad básica para los peces. Aunque su forma de descansar es muy diferente a la de mamíferos y aves, también requieren momentos de reposo para conservar energía y mantenerse saludables.
Leer más: Conoce la Oubaitori; la filosofía japonesa ideal para alcanzar la serenidad
Sin embargo, reconocer cuándo duermen no es tan sencillo, ya que los peces carecen de párpados y duermen con los ojos abiertos. El sueño de los peces no es profundo como el de los humanos, sino que es un estado de reposo en el que su actividad y metabolismo se reducen notablemente. Durante este periodo, los peces pueden parecer inmóviles, pero permanecen alerta a estímulos del entorno para reaccionar ante posibles amenazas. Los peces suelen adoptar posiciones específicas para dormir, como:
- Suspenderse en el agua.
- Apoyarse en el fondo del cuerpo de agua.
- Esconderse entre plantas o decoraciones.
- Flotar cerca de la superficie.
En los acuarios, los peces buscan refugios que les proporcionen seguridad, como cuevas, hojas o rincones oscuros. Un ambiente tranquilo y un ciclo claro de luz y oscuridad son clave para su descanso.
¿Cuánto y cuándo duermen?
Los peces necesitan entre 8 y 12 horas de descanso diario, aunque no siempre de manera continua. Su patrón de sueño depende de si son diurnos o nocturnos, por ejemplo, peces payaso descansan de noche, mientras que algunos bagres lo hacen durante el día. En acuarios, los cuidadores pueden ajustar sus ciclos de descanso controlando la iluminación. El sueño es crucial para su salud, ya que les ayuda a recuperar energía, fortalecer su sistema inmunológico y mejorar su calidad de vida. Un ambiente libre de estrés también favorece su longevidad y bienestar.