La cúrcuma, extraída de la raíz de la planta "cúrcuma longa," se ha destacado por su componente activo, la curcumina, y sus beneficios para la salud. Originaria de la India, la cúrcuma se utiliza comúnmente en la cocina asiática y se ha convertido en un ingrediente popular en diversas formas, desde polvo hasta cápsulas y extractos, pero principalmente beneficiosa para el cerebro.
La curcumina, principal componente activo de la cúrcuma, aporta propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Según la experta en nutrición Nicole Hopsecger, la cúrcuma puede ser beneficiosa en trastornos relacionados con la inflamación, como la artritis y la colitis ulcerosa.
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La cúrcuma, rica en fitonutrientes, actúa como un escudo protector para el organismo, neutralizando radicales libres y defendiendo las células de posibles daños. Mary-Eve Brown, experta en dietas en oncología clínica, destaca que las dietas ricas en alimentos vegetales, como la cúrcuma, se asocian con la prevención de enfermedades como el cáncer y las afecciones cardiovasculares.
Brown sugiere que aquellos que buscan controlar la inflamación podrían beneficiarse al agregar cúrcuma a su dieta. Además, estudios han indicado que la curcumina puede ayudar en condiciones inflamatorias como la colitis ulcerosa, mejorando la remisión de los pacientes.
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La cúrcuma también muestra promesas en la mejora de la memoria y la cognición. Un ensayo clínico demostró que la curcumina puede contribuir al rendimiento de la memoria en adultos sin demencia. Los efectos positivos en el cerebro se atribuyen a la reducción de la inflamación cerebral y las propiedades antioxidantes de la curcumina.
Estudios recientes sugieren que la cúrcuma puede ser tan efectiva como el omeprazol, un medicamento común para tratar la indigestión. Los resultados indican mejoras significativas en la gravedad de los síntomas de malestar estomacal.
La cúrcuma se puede consumir en una variedad de platos, desde sopas hasta ensaladas y guisos. También se puede preparar como té, combinando cúrcuma con canela, miel y pimienta negra. Sin embargo, es esencial tener precaución, ya que altas cantidades de cúrcuma pueden causar irritación y estimular la producción de ácido gástrico. Aquellas personas con problemas de sangre deben evitar su consumo.
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