Los productos y cremas con retinol son populares por una buena razón: además de ayudar a controlar el acné, pueden mejorar el aspecto general de la piel y atenuar los signos del envejecimiento. Sin embargo, su uso también puede resultar complicado.
Los productos con retinol son fabricados por diferentes marcas, se presentan en una gran variedad de fórmulas y a diferencia del protector solar, deben aplicarse con cuidado, sobre todo al principio, porque pueden irritar, se recomienda una introducción gradual en la rutina de cuidado de la piel.
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Este compuesto, derivado de la vitamina A, no solo estimula la producción de colágeno, sino que también acelera el rejuvenecimiento celular y neutraliza señales inflamatorias relacionadas con el acné. A diferencia de otros productos, combinar el retinol con alfa hidroxiácidos (AHA) puede ser eficaz para combatir brotes y piel grasa, reduciendo la aparición de marcas.
Siempre se desaconsejó el uso del retinol en verano y en días soleados. Sin embargo, gracias a las moléculas liposomadas mediante la nanotecnología, ya es posible utilizar productos cosméticos con retinoides en verano. Eso sí, siempre acompañado con un buen protector solar.
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La clave para utilizar retinol es la moderación, especialmente para aquellas personas con piel sensible. Por lo que se recomienda comenzar aplicando una vez semanal e ir aumentando gradualmente para que la piel se adapte. Algunas personas con acné pueden tener más brotes al principio cuando empiezan a usar retinol, pero estos brotes suelen ser breves y la piel mejora pronto.
Ante esto, la paciencia juega un papel importantísimo, ya que pueden pasar varias semanas antes de notar los beneficios completos de su uso. Sin embargo, con la frecuencia adecuada, los retinoides mejoran significativamente el aspecto general de la piel.
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