El es un producto de desecho que se forma cuando el cuerpo descompone sustancias químicas llamadas purinas, las cuales se encuentran en ciertos alimentos y en las células cuando mueren. Normalmente, los riñones filtran el ácido úrico de la sangre y se elimina a través de la orina. Sin embargo, cuando hay un exceso de ácido úrico en la sangre afecta a nuestra salud porque puede acumularse y causar problemas como la gota, una forma dolorosa de artritis.

Cebolla para el ácido úrico. Fuente: Freepik
Cebolla para el ácido úrico. Fuente: Freepik

La gota afecta principalmente las articulaciones y puede causar síntomas como hinchazón, rigidez, enrojecimiento y dolor intenso. La articulación más comúnmente afectada es el dedo gordo del pie, pero también puede afectar las rodillas, muñecas, tobillos, dedos y codos. Los factores de riesgo para desarrollar ácido úrico y por ende gota incluyen el consumo excesivo de alimentos ricos en purinas, el sobrepeso y el consumo excesivo de alcohol.

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Cebolla contra el ácido úrico

Las personas que tienen un ácido úrico elevado y son diagnosticadas con gota, inician un tratamiento que a menudo implica medicamentos antiinflamatorios y un plan de alimentación saludable con el fin de evitar los alimentos ricos en purinas y así disminuir el ácido úrico en la sangre.

Cebolla para el ácido úrico. Fuente: Freepik
Cebolla para el ácido úrico. Fuente: Freepik

Sin embargo, existen algunas opciones naturales para cuidar nuestra salud y es aquí en donde entra en juega la cebolla. Este alimento es recomendado para ayudar a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre ya que contiene propiedades antioxidantes que pueden ayudar en la descomposición de los cristales de ácido úrico. De esta manera elimina esas formaciones en las articulaciones que causan dolor.

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Para disminuir el ácido úrico de la sangre, se recomienda el té de como un complemento de una buena alimentación y del tratamiento médico adecuado. Prepararlo es muy sencillo y es por eso que te lo enseñamos paso a paso, para que beneficies a tu salud.

  1. Hierve 500 ml de agua.
  2. Lava y corta media cebolla en trozos y agrégala al agua hirviendo.
  3. Cuando haya alcanzado su punto de ebullición, cuela el té.
  4. Puedes agregar una cucharada de miel si lo deseas para mejorar el sabor.
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