Más Información
-Segunda de tres partes-
De regreso a su querido México, José Luis Uribe Ortega, actual presidente del Club Primera Plana, no puede esconder una enorme sonrisa al sentirse embargado por la satisfacción que le produjo haber participado en el X Aniversario de la Iniciativa La Franja y La Ruta, propuesta personal del presidente de China Xi Jinping, en donde periodistas de todo el mundo se reunieron en Beijing, China, y así, poder llevar a cabo el Foro Internacional de Medios con el tema “Aprendizaje Mutuo entre Civilizaciones para la Prosperidad Común. Protección y Utilización del Patrimonio Cultural Mundial”. Un evento de trascendencia mundial y contando con la presencia de 130 mandatarios.
Con una destacada trayectoria dentro de los medios de comunicación, José Luis Uribe se ha hecho acreedor a reconocimientos por su esfuerzo y profesionalismo, tales como el otorgado por la Asociación Mexicana de Periodistas de Radio y Televisión -AMPRYT- La Presea Ricardo Flores Magón. Premio México de Periodismo, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos -FAPERMEX-, entre otros más, en esta segunda parte de la entrevista con EL UNIVERSAL, fiel y leal a su quehacer periodístico expresa: “A los reporteros, la vida nos hace amigos, pero el periodismo nos convierte en hermanos”.
Conversar con Uribe Ortega… ¡A lo Mero Macho!!, resulta sumamente gratificante al compartirnos un sinfín de anécdotas que le ha tocado vivir a lo largo de sus 59 años de ininterrumpida actividad dentro de los medios, ya sea como reportero y/o como director de comunicación social en diversas dependencias gubernamentales y del sector privado.
Lee también José Luis Uribe, de incipiente boxeador a presidente del Club Primera Plana
Amable y sencillo en su trato, a sus 81 años, sorprende por una vitalidad impresionante, pues afirma que los 59 años que ha trabajado dentro de los medios de comunicación, lo han llenado de energía y hasta lo obligan seguir adelante.
Entrevistado en la intimidad de su hogar, una modesta casa ubicada dentro de una populosa colonia del norte de la Ciudad de México, lo más curioso, una sola calle lo divide de Ciudad Azteca del Estado de México. Haciendo gala de una prodigiosa memoria, responde a nuestras preguntas:
-¿Cómo disfrutaste tu estancia como preparatoriano en la VOCA 5?
-En esa etapa estaba en pleno auge el mambo, el danzón y el cha-cha-chá, porque el rock and roll, surge en 1962.
-¿Eras bueno para el bailongo?
-La verdad sí, bastante bueno. Éramos un grupito de tres amigos, llegábamos a las fiestas y al poco rato ya éramos los dueños de la fiesta porque bailábamos con todas las chicas, sobre todo, cuando surge el rock and roll en México. ¡Vaya que nos dimos vuelo bailando y disfrutando las fiestas!!
-¿Una época de oro con el surgimiento de los Teen Tops, Enrique Guzmán, César Costa, Angélica María y todos los demás?
-¡Una época maravillosa!!, sobre todo, con el surgimiento de una playade de grandes figuras del rock mexicano. Por cierto, comenzaban las primeras transmisiones de la televisión en blanco y negro.
-¿Eras tan bueno para el baile que te alquilabas para fiestas de XV Años?
-¡Sí!!, cada fin de semana era chambelán de muchas quinceañeras.
-¿Pero sí cumpliste con el Servicio Militar Obligatorio?
-Por supuesto que sí, lo hice dentro de las instalaciones del Pentatlón Deportivo Militar y Universitario que estaba en la calle de Sadi Carnot, de la colonia San Rafael. Era un orgullo portar aquel uniforme gris, tipo militar de campaña, pero también, teníamos la obligación de portar, de vez en cuando, el uniforme de gala completo, por cierto, lo teníamos que alquilar.
-¿Era un boleto automático para que las chicas te invitaran?
-Sí, la verdad es que sí, hasta me sentía Cadete del Heroico Colegio Militar, claro está, respetando la comparación. No había fin de semana que no tuviera fiesta de XV Años.
-¿Una adolescencia totalmente activa?
-A esa edad, todo te parece fantástico.
-¿Fuera de eso, te dio por formar tu propia pandilla?
-No, nunca fui pandillero. Era totalmente ajeno a la violencia, al contrario, y como hacía mucho ejercicio, les hacia el “paro” a muchos chicos y gente adulta que no sabía defenderse. Ahí, en la colonia federal en donde vivía, mis vecinos eran dos destacados boxeadores que motivaban a los chamacos del rumbo para entrenar el box.
-¿Cómo fue tu arribo a la etapa juvenil, pero ya con madurez?
-Mira, hablando de la etapa en que dejas de ser niño y te conviertes en hombre, a los 17 años, mi primera experiencia sexual, fue con una dama que trabajaba en un antro, como le gustaban los chamaquitos y decía que, supuestamente yo estaba “galancito”, de inmediato me empezó hacerme la plática y… ¡zaz!!, esa primera experiencia, la cual me brindó una sobrada confianza y seguridad conmigo mismo.
-¿Respetabas a las mujeres o jugabas con sus sentimientos?
-No, para nada. Déjame decirte que a mi querida mi esposa, Yola, la conocí cuando tenía 13 años y yo tenía 15. Yola es originaria de Puebla, venía a la Ciudad de México para pasar sus vacaciones de verano, como yo trabajaba en Ceimsa, ella, acompañaba a una de sus tías para recoger la leche. Duramos más de cinco años de novios.
-¿Te convertiste en señor de casa a los 20 años?
-En efecto, a los 20 años me casé…
-¿Se comieron el pastel ante de la fiesta?
-No, fíjate que no, estaba totalmente enamorado de ella. Me contó que, en Puebla, su papá la quería casar a la fuerza con el hijo de un señor que tenía una hacienda, pero a ella no le caía nada bien porque ese muchacho bebía mucho. Así es que no me quedó otra que ir a Puebla… ¡y robármela!!
-¿…A lo Mero Macho?
-Si, lo cual, cambió por completo mi ritmo de vida. Fui por ella y nos casamos en Tulancingo. Mi padre estaba de viaje por Zitácuaro, Michoacán, así es que mi mamá me apoyó completamente.
-¿Tuviste que abandonar tu carrera en la ESIME?
-Estaba cursando el séptimo semestre de la carrera de Ingeniería, y lo que son las cosas, llevaba un promedio general de 9.8 y con una gran aceptación en cada una de mis actividades y trabajos escolares. Me acuerdo de que fui por ella un 17 de marzo y tan sólo 3 días después, nos estábamos casando por la iglesia.
-¿Te fuiste a refugiar comodinamente a la casa de tus padres?
-No, conseguí una casa muy cercana a la casa de ellos, allá en la colonia Federal, a dos cuadras de los hangares del aeropuerto.
-¿De ahí tu inclinación por la aviación?
-¡Exacto!!, la casa a donde me fui a vivir, ya casado, estaba exactamente a espaldas de un hangar de aviones privados que venían de todo el mundo. Así es que me daba vueltas constantes. Voy a ver al dueño del hangar y le pido trabajo. Me pregunta si sabía manejar, le dije que sí. También me preguntó si sabía hablar inglés, también le dije que sí, pero se lo dije, según yo, con las clases elementales que había recibido en secundaria, preparatoria y en el Politécnico…
-Masticabas el inglés, pero no lo hablabas…
-Así mero. Total, me dan el trabajo que consistía en manejar un jeep dentro de la colonia Federal. Tenía que esperar la llegada de los aviones gringos. Acompañaba a los pilotos para que cerraran su plan de vuelo y me dieran a conocer sus necesidades de hospedaje en la Ciudad de México, así como todo lo que requerían para su regreso…
-¿Cuánto te pagaban?
-El sueldo en el hangar era de risa, lo que más me convenía, eran las propinas que me daban porque eran dólares. Así es que empecé a ganar muy, pero muy bien. Desde mi óptica, eso era más que suficiente para seguir estudiando y cubrir los gastos de mi casa y esposa…
-¿Concluiste la carrera?
-No, ya no pude porque al mes de estar casados, Yola resultó embarazada…
-¿En dónde ponías el ojo ponías la bala?
-Ja, ja, ja. No me queda otra que echarle muchas ganas a mi trabajo del aeropuerto. Gracias a mi cuñado, me puso en contacto con una persona que tenía un negocio de electrónica en el Centro de la Ciudad de México, yo era muy bueno para cuestiones de electrónica…
-Dice el refrán que los bebés traen una torta bajo el brazo…
-Pues sí, por cosas del destino, me toca conocer a un señor que era un verdadero sabio y catedrático del Instituto de Geofísica de la UNAM. Así es que, por las tardes, me daba clases. A unos cuantos meses de estar con él, llega a México la Agencia de Noticias Reuters con un sistema de comunicación que se le conocía como el Stock Master, en el cual, las empresas financieras y bancos se guiaban para operaciones del dólar y bolsas de dinero, así como el futuro del petróleo y economía mundial.
-Pero tú, no sabias nada de finanzas…
-Me llevan para que instalara todo el sistema electrónico y me familiarizo con equipos muy sofisticados, por las tardes, el Maestro Elias Sederoza, un “cerebrito”, con una capacidad intelectual impresionante. Un año después, me llama el director general de la Agencia de Noticias Reuters en México, me dice que había estado observando mi trabajo y me ofrece trabajar con ellos.
Lee también Honor, valor, lealtad… el film “Heroico” dejó mucho que dar
-¡Sopas!!, vaya que suerte…
-Para iniciar, me ofrecen mil dólares al mes… ¡era un dineral!!, pero me pone de condición, tenía que ir a tomar cursos en Estados Unidos y al término, regresaría a México ya como director técnico de Reuters para México, Centroamérica, el Caribe y parte de Sudamérica.
-¿Qué edad tenías?
-Iba a cumplir 22 años…
-No cabe duda de que eres un tipo afortunado y la vida te ha sonreído…
-En efecto, por eso te decía al inicio de la entrevista, que mi sentir de la vida ha sido totalmente positivo. Gracias a Dios, todo lo que hago, he tratado de realizarlo bien y transparente. Me voy al Instituto Williams Center de Los Ángeles, California en donde estaba lo más avanzado en computación y aire acondicionado.
-¿Cómo te reciben?
-Me hacen una especie de examen, cuando veía la cara de los gringos, por dentro me decía que me iban a correr…
-¿Te vieron como el clásico “indito” mexicano en gallinero nuevo?
-Tenían cara de sorprendidos, pero sin decirme absolutamente nada. A decir verdad, me temblaban mis patitas y estaba muy temeroso. Bueno, justo a los dos días, llega un tipo procedente de Puerto Rico y me dice que los gringos estaban sorprendidos con mis conocimientos al explicarles la ausencia y presencia digital de la energía dentro de sistemas binarios. Me dice que eso, precisamente, serian mis clases, pero el mes que estuve en Los Ángeles, me llevaron para viera cómo realizaban sus instalaciones en Pasadena, Hollywood y todo California.
-¿Y qué sucede cuando regresas a México?
-Bueno, pues en ese -inter-, conozco a Carlos Ferreyra, quien era el director de la Agencia de Noticias Prensa Latina y logramos estrechar una magnifica relación laboral, además, yo era uno de los primeros técnicos capacitados que podía darle mantenimiento a un cerebro electrónico.
-¿Y luego?
-Pues me doy a la tarea de formar mis equipos de trabajo y establecer innovaciones.
-En qué consistían dichas innovaciones?
-Normalmente, las fuentes de poder de los equipos se tiraban a la basura, pero como buen mexicano, me digo… ¡ah chingaos!! ¿Por qué vamos a tirar esto a la basura?, así es que me doy a la tarea de empezar a repararlas, de esta manera, le doy un “plus” a la Agencia de Noticias Reuters, ya no tendrían que estarme mandando fuentes de poder.
-¿Cuál fue su respuesta?
-No, pues estaban fascinados, pero ahora me piden que establezca un sistema de transmisión de datos. ¡Claro que si!!, fue mi respuesta y piden que me hiciera cargo de la red de Reuters en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, todo ello… ¡en un solo canal de transmisión!!
-¿Y qué hiciste? ¿te convertiste en un verdadero Ciro Peraloca?
-Así es que me pongo las pilas, dividí los tiempos y pongo a funcionar la primera Red Internacional de una Agencia de Noticias para América Latina y ganando mil dólares mensuales, además, cada vez que salía del país, me otorgaban cien dólares diarios como viáticos… ¡y libres de comprobación!!, pero el único requisito que me ponían era que debería hospedarme en los mejores hoteles.
-¿Qué más le podías pedir a la vida?
-Como iba en calidad de ingeniero a las áreas de comunicación de todos esos países, todo mundo me llamaba, les ayudaba a reparar sus equipos, era dinero extra que me entraba, además, no me dejaban gastar ni en hospedaje y alimentos.
-¿Y tu carrera quedó en el olvido?
-Es que ya no tenía tiempo ni para mí mismo. No sé si Dios estaba de mi parte, pero todos los equipos que instalaba funcionaban de maravilla…
-Lo que no entiendo, ¿De dónde demonios viene tu afición por el periodismo?
-¡Ah, qué buena pregunta!! Cuando estaba instalando los equipos en cada una de las Agencias de Noticias, me llamaba muchísimo la atención las redacciones de todas las agencias internacionales, cómo enviaban los reporteros las noticias tanto a los periódicos, estaciones de radio y la televisión.
-Pero una cosa es que tú, eras un destacado técnico especializado en sistemas de computación, pero no tenías la mínima noción del periodismo…
-Sin permitirme la oportunidad de terminar de formular la pregunta, se endereza del sillón en donde estaba sentado, con voz fuerte me dice: “¡Tranquilo, no te me sulfures!!, cada vez que estaba en una redacción, observaba a cada uno de los corresponsales que se ponían a leer los periódicos, recortaban algunas notas y de ahí sacaban la información…
-¡Eso no es hacer periodismo!!
-Pues no, pero me llamó mucho la atención y me puse hacer exactamente lo mismo, pero con notas de la sección de deportes. Un día, llega el director de la corresponsalía, Carlos Ferreyra, quien me conoce muy bien, trabajé con él como técnico en Prensa Latina…
-¿…Y…?
-Carlos Ferreyra se me acerca y me dice: ¿Qué haces José Luis?, le respondo que estaba tratando de hacer mis pininos como redactor, que estaba escribiendo una nota de deportes. La leyó detenidamente y de nueva cuenta me pregunta ¿Estudiaste periodismo porque está muy bien redactada? ¡No!!, le contesto de inmediato, le expliqué que en el Politécnico me tocaba redactar los informes. Ferreyra con cara de incrédulo me pregunta otra vez ¿Te gusta el periodismo? Sí, me gusta mucho, es mi respuesta concreta.
-Bueno, Carlos Ferreyra era un tipazo…
-Indudablemente, además, me cuestiona por qué no me había inscrito en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García para hacer la carrera de licenciado en periodismo.
-¿Le hiciste caso, o de plano, ya te creías un chingón?
-Dicho y hecho, voy y me inscribo en la Carlos Septién…
-¿Pero terminaste la carrera o también la dejaste inconclusa como en el IPN?
-¡Tampoco la concluí…!!
-¿Por qué?
-Porque viajaba muchísimo…
-Perdona que te interrumpa, pero, para todo hay un tiempo…
-Tienes mucha razón, en eso, se da un inter en Excélsior, don Julio Scherer, junto con los periódicos más importantes de Latinoamérica, como son La Estrella de Panamá, La Prensa de Argentina, El Cruceiro de Brasil, en fin, hacen una agencia de noticias y paralela a Reuters que se llamaba Latin Reuters…
-¿No me digas que también fuiste el técnico especializado de ahí?
-Psss, ni más ni menos, así es que me relaciono de inmediato con toda la redacción y equipo editorial de Excélsior…
-Vaya, te salía todo a pedir de boca…
-¡Así fue!!, la Agencia de Noticias Reuters estaba en el décimo piso de Paseo de la Reforma número 122 y Excélsior estaba a tan solo tres callecitas.
-¿Se enojó Carlos Ferreyra cuando te vas a Excélsior?
-No cabe duda que los tiempos de Dios son perfectos, con Carlos Ferreyra viví cosas maravillosas…
-Lo que quiero, es que me digas, ¿cómo diablos te hiciste periodista?
-Tiempo después, un día, de regreso a México, el contador de Reuters me dice que los ingleses querían correrlo porque lo acusaban de malversación de fondos. Yo sabia que era un hombre recto, total, me meto de su defensor y de Londres me mandan decir que más valía que yo me mantuviera tranquilito y al margen de ese asunto, haciéndome hincapié de que yo ganaba bastante bien y que sería más fácil correrme a mí, que a él.
-¿Sacaste la casta?
-Sí, ¡que me les pongo al brinco!!
-¿Te corrieron?
-Sí, con la mano en la cintura, así de fácil, pero el contrato colectivo de trabajo de Reuters lo manejaba el Sindicato Nacional de Redactores de Prensa, que encabezaba un tipo totalmente nefasto como lo fue Luis Jordá Galeana. Total, me dan una liquidación, pero este sujeto me obligaba a que le diera el diez por ciento de mi liquidación al abogado de ese sindicato, lo que era ilegal a todas luces.
-Pero ya no me acabaste de contar lo de Excélsior…
-El día en que se lleva a cabo la asamblea, en donde Julio Scherer salió de Excelsior, yo también salgo de Excelsior, y Elenita Guerra, que era la secretaria de Scherer…
-Pero si tú, no eras accionista ni cooperativista del diario…
-En efecto, yo nada más estaba ahí de pinche mirón y cuando don Julio abandona las instalaciones del periódico, ese 16 de julio de 1976, Elenita Guerra me jala del brazo y me dice: José Luis, por favor ayúdeme con este montón de papeles y me entrega un paquete de folders de Scherer.
-Pero tú, todavía estabas en Reuters…
-¡Exacto!!, no había transcurrido ni un mes, cuando Sara Moirón estaba organizando una reunión en el hotel Diplomático de Insurgentes Sur, con la finalidad de convocar gente que quisiera colaborar para la revista Proceso. Ahí, me encontré a don Francisco G. Álvarez, quien fue director técnico de Cisa y Proceso, me plantea que me sume al equipo y establezca el equipo de télex para transmitir las incipientes notas de Cisa y Proceso. Ahí mismo, también estaba don José Pagés Llergo.
-¿Por fin decides dejar Reuters o no?
-¡Tranquilo chato!!, eso sucedió cuatro meses después, aprovechando que era miembro del sindicato, me dan acceso a una suplencia a la Cadena Avance que dirigía Fernando Alcalá. Salvador Carrillo, jefe de la sección de deportes le pide a Alcalá que colaborara con ellos. Justo en esos días, estaba terminando la carrera en la Escuela de Periodismo Carlos Septién, así es que me dejan como subjefe de la sección de deportes, los días de descanso de Salvador Carrillo me quedaba como titular.
-¿Al final de cuentas, te sales con la tuya de ser periodista?
-Es que las cosas solitas se iban acomodando. Por cierto, en México se realizaba una Universiada, lo cual, coincide con la renuncia de Salvador Carrillo a la Cadena Avance, automáticamente, quedaba yo como jefe de la sección. Un día, Fernando Alcalá me invita a comer a una cantina que estaba enfrente del periódico, me dice que estaba muy contento con mi trabajo y que la sección había mejorado muchísimo, me pide quedarme como titular de la sección, haciendo a un lado a Salvador Carrillo… ¡yo no podía traicionar a quien me había llevado a trabajar con él!!
-¿No hay periodista que no sea borracho?...
-Ja, ja, ja… ¡obviamente!!
-Pero si Carrillo ya había renunciado… ¿Por qué te resistías asumir la jefatura?
-José Luis Uribe, jamás, pero lo que se llama jamás, ha traicionado a nadie, mucho menos, por la espalda…
-¿Y entonces qué pasó?
-Pues don Paco G. Álvarez y grupo Cisa, me estaban esperando en Proceso, querían que me fuera con ellos lo más pronto posible para echar andar la agencia de noticias de Proceso.
-¿Tú fuiste quien la puso a funcionar y llegó a ser tan famosa?
-Sí, así fue, establecer el equipo con el que se distribuía la señal a todo el país, surtir de noticias a todos los periódicos y estaciones de radio y televisión que se iban afiliando paulatinamente a Proceso.
-¿Cómo le hicieron cuando a partir del sexenio de López Portillo, le quitan toda la publicidad oficial a Proceso? ¿Subsistían de milagro?
-Para todos sale el sol, no obstante, don Julio Scherer nos reúne para decirnos que Proceso iba a desparecer porque no tenía dinero para seguir adelante, dado que los recursos que se tenían eran mínimos y la planilla de quienes integrábamos Proceso, había crecido de manera desorbitada.
-¿Hubo una “limpia”?
-Renunciamos a Proceso Roberto Vizcaíno, Miguel Ángel Rivera, Elías Chávez y yo, entre otros muchos más. Es más, en mi caso, ni siquiera solicité me dieran mi liquidación…
-¿Te quedaste chiflando en la loma?
-No me quedaba de otra que irme a refugiar a un periodiquito de los Cantón Zetina…
-¿Eras un auténtico “Mandrake”, siempre tenías guardado un AS bajo la manga?
-Siempre he dicho que ese pecado ya lo pagué…
-¿Quedarte sin trabajo?
-Su respuesta me sorprende con un simple silbido… “shhhh“ Sorpresas te da la vida. Llego al periódico “Rotativo”, que era más sangriento que un rastro municipal…
-¿Más amarillento que el tradicional “Casos de Alarma”
-Sin lugar a dudas…
-¿Dejaste de ser reportero y te conviertes en cirujano especialista en estética para transformarlo?
-¡En la madre!! Ya me quitaste la magia de lo que te iba a contar ¡Válgame, Dios!! Sin que te vayas a enojar conmigo, cuando vayas hacer una entrevista, dile al sicólogo que traes adentro que se quede en tu casa.
-Y tú ya deja de ponerme Jaque Mate…
-Ja, ja, ja. Bueno, logramos transformar aquel “Rotativo”, en un periódico normal, es decir, ya no le escurría sangre por todos lados, y lo que son las cosas, los Cantón Zetina me nombraron jefe de Información, sonaba muy rimbombante.
-¿Y luego?
-La misma vida te va llevando por diferentes senderos. Como a los dos años, salgo de Rotativo y como había cultivado una amistad con Roberto Villarreal, un día, me lo encuentro haciendo antesala en la oficina del director de comunicación social del ISSSTE y me dice que Socorro Diaz, la directora general del periódico El Día me andaba buscando…
-Me imagino que no dejaste ir la oportunidad…
-No, por supuesto que no. ¡A los reporteros, la vida nos hace amigos, pero el periodismo nos convierte en hermanos!! Ahí me tienes, voy a verla y me recibe Estela Bailón en su calidad de subdirectora de Información, por cierto, tenía unos cuantos días que había fallecido don Enrique Ramírez y Ramírez, que fue director general por muchos años del periódico El Día. Estela me pide que platicara con Carlos Calvo Zapata. Total, al día siguiente ya estaba trabajando ahí y me asignan la “fuente” educativa.
-¿Llegaste a “pisar callos”?
-En efecto, eso, te genera muchísimas envidias y egoísmo… Un día, me llama Estela Bailón y me dice: “José Luís, te tengo dos noticias: una buena y una mala ¿Cuál quieres primero?” Le respondo que me dé primero la mala. Me dice: “A partir de mañana dejas la “fuente educativa”
-¿Te afectaba mucho ese cambio?
-Es que esa fuente era muy socorrida por la entrada de publicidad…
-A lo mero macho… ¿Publicidad o “chayos”?
-Era publicidad que daba el Instituto Politécnico Nacional y la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior -ANUIES-, todo lo que tenía que ver con la educación…
-Insisto, ¿Publicidad o “chayos”?
-De la publicidad que ingresaba me daban una comisión por haberla generado…
-…Y de lo chayos… ¿Te das golpes de pecho?
-Para qué te digo que no. Sí recibí, en algunas ocasiones, ese generoso apoyo económico que se otorgaba a los reporteros.
-¿Y luego?
-No había cumplido ni cinco meses de haber llegado a El Dia, cuando Estela Bailón me pide hacerme cargo de la “fuente” legislativa y me manda a Washington para cubrir reuniones interparlamentarias entre ambos países. Eso… ¡uff!!, no sabes, me generó enormes problemas.
-¿Cuánto tiempo duraste en El Dia?
-Poco más de cinco años, pero lo más curioso, todas mis notas iban de 8 columnas en primera plana. Me tocó la oportunidad de realizar una interesante labor como reportero en El Día.
-Bueno, tenías todo a tu favor, Socorro Díaz era senadora de la República…
-Más que tenerla de mi lado, más bien, era un censor permanente arriba de mí. También me asignan que cubriera Gobernación, PGR, Defensa Nacional y Marina, todo eso, te produce un vuelco en la cabeza y viajas como no tienes idea.
-¿Te tocó “cubrir” a Manuel Bartlett cuando fue Secretario de Gobernación?
-Sí, recuerdo muy bien un recorrido que hizo por todo el país, cuando hizo el cambio de la Cofipe -Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales-, a la Loppe -Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales-, y me tocaba viajar junto a don Alberto Peniche Blanco, quien era el director general de comunicación social de la secretaría de Gobernación, siempre, me sentaba junto a Manuel Bartlett, y del otro lado, estaba Aurelio Ramos reportero de Excélsior.
-¿Te sentías en “las nubes” porque se decía que Bartlett sería el candidato a presidente?
-Eso es lo que todo mundo creía, pero Miguel de la Madrid lo sacó de la jugada y mete a Carlos Salinas de Gortari.
-¿Cuándo llega Salinas de Gortari a Los Pinos, fue una tumba para ti, como reportero?
-Los primeros dos meses de Salinas, como presidente, los dedica a realizar recorridos por las zonas afectadas por el huracán “Gilberto” -Quintana Roo, Yucatán, Tamaulipas, Veracruz y Nuevo León-, y me mandan a cubrir, de manera interina, la fuente presidencial
-¿Cubriendo Presidencia, la vida te sonreía a manos llenas?
-Fueron infinidad de viajes, lo más curioso de todo, cuando llegaba a la redacción del periódico encontré muchísimos mensajes que me había estado buscando el Embajador Lara Villarreal…
-¿Era tu amigo?
-Ni siquiera lo conocía personalmente. Pero no fue solamente eso, sino que el 20 de diciembre de 1988, Carlos Salinas nos reúne a todos los reporteros de la fuente en su despacho de Los Pinos y nos dice que tomará unos días de descanso. Cuando regreso al periódico y como yo no era el titular de la fuente de presidencia, se me ocurre comunicarme con el Embajador Lara Villarreal, me pide que, en ese momento, eran las 11 y media de la noche, fuera a la Secretaría de Marina. Le dije que ya era muy tarde. No me permitió decirle más, solamente alcancé a escuchar: “Aquí te espero, no te tardes, es algo de suma importancia…
-¿Y qué pasó?
-Me voy a las instalaciones de la Secretaría de Marina, casi cayéndome de sueño, me recibe un “peladote” como de dos metros de altura, todo barbón y que portaba una chamarra de esas tamaulipecas y llamativas llamadas “las cuerudas”. Me observa de pies y a cabeza y con voz fuerte me dice: “Cabrón, eres igualito como te había imaginado”
-Continuará-
sal