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Fomentar el hábito del ahorro desde una edad temprana es una lección valiosa que puede proporcionar a los niños una base financiera sólida para el futuro. La Profeco, en su Revista del Consumidor, ofrece una serie de consejos dirigidos a los niños para ayudarles a desarrollar habilidades de ahorro y administración financiera desde una edad temprana.
Uno de los primeros consejos que la Profeco ofrece a los niños es reflexionar sobre lo que desean y por qué lo desean. Es importante que los niños comprendan la importancia de establecer metas claras para su ahorro y entender la razón detrás de esas metas.
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Comparar precios es otro aspecto clave del ahorro. Los niños deben aprender a investigar y comparar los precios de los productos o servicios que desean adquirir en diferentes tiendas. Esta habilidad les permitirá tomar decisiones financieras más informadas y obtener el mejor valor por su dinero. La Profeco también enfatiza la importancia de no temer tener metas diferentes. Las metas de ahorro pueden variar entre los miembros de la familia o amigos, y eso está bien. Cada individuo puede tener sus propias metas y planes de ahorro personalizados.
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La paciencia es una virtud cuando se trata de ahorro. Los niños deben aprender a esperar y ahorrar para comprar lo que desean. Esta lección les ayudará a comprender el valor del dinero y a apreciar aún más las cosas que obtienen con esfuerzo. Ser fuerte ante las tentaciones es otro aspecto vital del ahorro. Los niños deben evitar comprar impulsivamente solo porque algo les llamó la atención. Aprender a resistir las compras impulsivas les ayudará a mantenerse enfocados en sus metas de ahorro.
Por último, la Profeco sugiere que los niños busquen el apoyo de su familia. Pueden encontrar aliados en casa, personas en las que confíen y que les orienten o apoyen en la consecución de sus metas de ahorro. La familia puede desempeñar un papel fundamental en la educación financiera de los niños.