Siguen pasando los años y la alimentación es uno de los focos en los que ahondan los especialistas de la salud. Es que las formas de trabajo y de entretenimiento han cambiado llevando a una gran cantidad de personas a mantener una vida sedentaria y consumir alimentos que poco aportan al cuidado de la salud por lo que el alerta está encendido y recomiendan hacer algo cuanto antes.
El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano y uno de los que, con el paso de los años, comienza a mostrar signos de desgaste. Cuidarlo es vital para cualquier persona ya que este controla todas las funciones del organismo y garantiza una calidad de vida positiva si se lo sabe proteger.
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El Instituto Mayo Clinic afirma que el cerebro controla el pensamiento, el movimiento y la emoción. Por ello es que hace hincapié en desarrollar hábitos de salud cerebral como una forma clave de mantener al cerebro sano y entre estos aparece la actividad física, dormir el tiempo adecuado, evitar el aislamiento y llevar adelante una alimentación saludable ya que esta le brinda combustible para ayudar a mejorar la concentración mental y frenar el deterioro de las habilidades de pensamiento.
Si nos centramos en la alimentación, el desayuno se presenta como una de las comidas más importantes de cada día. Evitar saltearlo y hacer una correcta elección de los alimentos a ingerir es fundamental para iniciar cada jornada con energía y que el cerebro rinda todo el día.
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En este punto, si lo primero que se viene a tu cabeza es desayunar café con algún panificado o cereales con leche, tal vez no sea la mejor opción para tu salud. La doctora Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional, Estilo de Vida y Metabólica del Hospital General de Massachusetts, destaca que estos alimentos generan un pico inicial de azúcar en la sangre seguido de una caída y además favorecen la inflamación alrededor de nuestro cerebro, algo asociado con la falta de concentración y la confusión mental.
Esta noción es apoyada por la nutricionista y dietista Andrea Purita quien afirma que excedernos en el consumo de azúcares, grasas malas y sal “nos lleva a la enfermedad”. Entonces, lo que señala la profesional egresada de la Universidad de Buenos Aires es que es fundamental hacer una correcta elección de los alimentos. En cuanto al desayuno, afirma que este debe contener proteínas, hidratos de carbono y algún tipo de grasa que ayude a absorber las vitaminas A, D, E y K.