Después de disfrutar de una deliciosa comida, es común adoptar ciertos hábitos que, aunque parezcan inofensivos, pueden perjudicar tu salud según los expertos médicos, como Pilar Esteban , responsable del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). Hoy te presentamos 5 de estas costumbres que debes eliminar para una mejor digestión.
Uno de los principales consejos es evitar el hábito de fumar inmediatamente después de comer, ya que el tabaco puede afectar la absorción de nutrientes y aumentar el riesgo de problemas gastrointestinales, como úlceras.
Otro hábito que conviene evitar es tomar café justo después de comer, especialmente si la comida incluyó una buena fuente de hierro. Los taninos presentes en el café pueden afectar la absorción de hierro, por lo que es recomendable esperar entre 60 y 90 minutos después de la comida antes de disfrutar de esta bebida.
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Beber grandes cantidades de líquidos, especialmente fríos, inmediatamente después de la comida tampoco es aconsejable, ya que puede diluir los jugos gástricos y dificultar la digestión. Lo mismo ocurre con el alcohol, que puede irritar la mucosa gástrica y causar problemas digestivos.
Dormir después de la comida puede contribuir a la acidez estomacal y a la enfermedad por reflujo gastroesofágico. En lugar de dormir, se recomienda dar un paseo ligero o sentarse en posición vertical durante al menos 30 minutos para facilitar la digestión.
Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer, especialmente si se consumieron alimentos ácidos, es un hábito que puede dañar el esmalte dental. Los expertos sugieren esperar al menos 30 minutos antes de realizar la higiene dental.
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Aunque la fruta es una opción saludable, consumirla inmediatamente después de una comida principal puede dificultar la digestión debido a las diferentes velocidades de digestión de los alimentos. Es preferible disfrutar de la fruta en otro momento del día, como un tentempié entre comidas o como parte del desayuno.
Finalmente, realizar ejercicio físico intenso justo después de comer es un hábito que puede aumentar la presión abdominal y dificultar la digestión. La sangre se desplaza hacia los músculos durante el ejercicio, compitiendo con el flujo sanguíneo necesario para la digestión. Por lo tanto, es aconsejable esperar un tiempo antes de realizar actividades físicas intensas después de comer.