Al organizar los en la cocina, el refrigerador parece ser el lugar predilecto para conservar frescura y prolongar la vida útil de muchos productos. Sin embargo, no todos los alimentos se benefician de ser almacenados en frío. De hecho, algunos pierden sus nutrientes y sufren cambios en su textura y sabor cuando se refrigeran. Por eso te presentamos cinco alimentos que es mejor mantener fuera del refrigerador para preservar su valor nutricional, según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).

  • 1. Papas

Las papas son un alimento básico en muchas cocinas, pero su almacenamiento en el puede ser perjudicial. Las bajas temperaturas convierten el almidón de las papas en azúcar, lo que afecta su textura, haciéndolas granuladas al cocinarlas, y su sabor, que se vuelve más dulce de lo esperado. Además, la refrigeración puede causar que las papas desarrollen manchas oscuras y se descompongan más rápidamente. La mejor manera de conservarlas es en un lugar fresco y oscuro, como una despensa.

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  • 2. Tomates

El tomate es una de las frutas más versátiles en la cocina, pero cuando se guarda en el refrigerador, pierde su sabor y textura característica. Las temperaturas frías detienen el proceso de maduración, lo que da lugar a un tomate insípido y con una textura harinosa. Además, se ha demostrado que la refrigeración disminuye el contenido de licopeno, un antioxidante clave en los tomates. Para mantener su sabor y valor nutricional, es mejor almacenarlos a temperatura ambiente en lugar de tenerlos en el refrigerador.

  • 3. Pan

Guardar el pan en el refrigerador puede parecer una buena idea para prolongar su vida útil, pero en realidad, este proceso acelera su descomposición. El pan refrigerado tiende a volverse duro y rancio más rápidamente debido a la retrogradación del almidón. Esto sucede porque las moléculas de almidón recristalizan más rápido a temperaturas más bajas, lo que causa que el pan pierda su frescura y se vuelva más seco. Para mantener el pan fresco por más tiempo, es mejor guardarlo en un lugar fresco y seco, o congelarlo si no se va a consumir rápidamente.

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  • 4. Aceite de oliva

El aceite de oliva es un ingrediente fundamental en la cocina mediterránea y en varios alimentos, y su correcta conservación es clave para mantener sus propiedades beneficiosas. Al refrigerarlo, el aceite de oliva puede solidificarse y formar una especie de grumos que afectan su textura. Además, el frío reduce la intensidad de su aroma y sabor, dos características que definen la calidad del aceite de oliva. Lo ideal es almacenarlo en un lugar fresco y oscuro, alejado de la luz directa y de fuentes de calor.

  • 5. Cebollas

Las cebollas son otro alimento que no se debe refrigerar. La humedad dentro del refrigerador puede hacer que las cebollas se ablanden y se enmohezcan, además de afectar su sabor. Las bajas temperaturas también pueden acelerar la germinación, haciendo que las cebollas broten antes de tiempo. Para conservar las cebollas en buen estado, es mejor almacenarlas en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de las papas, ya que ambas juntas pueden hacer que se deterioren más rápidamente.


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