Los pistachos, también conocidos como pistaches, aunque menos comunes que otros frutos secos como las almendras o las nueces, tienen un lugar especial en una dieta equilibrada. Su consumo no solo agrega un toque delicioso y nutritivo a las comidas, sino que también puede ayudar a combatir varias enfermedades comunes. A continuación, exploramos tres de estas enfermedades y cómo los pistachos pueden ser beneficiosos.
Uno de los beneficios más notables de los pistachos es su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estos frutos secos son ricos en ácidos grasos insaturados, especialmente ácido oleico y ácido linoleico, que son conocidos por su capacidad para mejorar los niveles de colesterol en sangre. Además, contienen vitamina E, fitoesteroles y ácido fólico, que son esenciales para la salud cardiovascular.
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Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition encontró que el consumo regular de pistachos puede reducir el colesterol LDL (conocido como "colesterol malo") y aumentar el colesterol HDL (el "colesterol bueno"). Estos cambios en el perfil lipídico ayudan a prevenir la formación de placas en las arterias, reduciendo así el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
La hipertensión arterial es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo y es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares. Los pistachos pueden ayudar a combatir la hipertensión debido a su alto contenido en potasio y magnesio, minerales que son esenciales para regular la presión arterial.
El potasio ayuda a equilibrar los efectos del sodio en el cuerpo, lo que puede reducir la presión arterial. Además, los pistachos facilitan la síntesis de óxido nítrico, un potente vasodilatador que mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial sistólica y diastólica. Un estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania demostró que el consumo de pistachos puede reducir la presión arterial sistólica y la frecuencia cardíaca, especialmente en situaciones de estrés.
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La diabetes tipo II es una enfermedad metabólica que se caracteriza por la resistencia a la insulina y altos niveles de glucosa en sangre. Los pistachos pueden ser un aliado valioso en la prevención y manejo de esta enfermedad. Su alto contenido en fibra y proteínas ayuda a ralentizar la absorción de glucosa, lo que previene picos bruscos en los niveles de azúcar en sangre después de las comidas.
Un estudio realizado por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona mostró que el consumo de pistachos mejora la resistencia a la insulina y disminuye los niveles de glucosa en sangre postprandial (después de las comidas). Además, los antioxidantes presentes en los pistachos, como los polifenoles y los carotenoides, también pueden tener efectos beneficiosos en la salud metabólica.
Para obtener estos beneficios, se recomienda consumir un puñado de pistachos al día, lo que equivale a unos 30 gramos o aproximadamente 30 pistachos con cáscara. Pueden ser consumidos como un snack saludable, agregados a ensaladas, yogures o incluso en platos principales. Sin embargo, es importante recordar que, aunque los pistachos son beneficiosos, deben ser consumidos con moderación dentro de una dieta equilibrada y saludable.
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