A finales de marzo de 2007 se anunció un proyecto tan controvertido como innovador: instalar playas artificiales de acceso gratuito para semana santa en al menos cuatro delegaciones (hoy alcaldías)
de la ciudad: Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Tlalpan e Iztacalco. “No todos tienen las mismas oportunidades de ir a conocer el mar”, era el argumento del gobierno del entonces Distrito Federal .
A pocos meses de recibir el cargo de Jefe de Gobierno de la capital, Marcelo Ebrard impulsó el programa “Vamos a la playa”, en el que se acondicionaron espacios públicos que simulaban playas como una alternativa para los habitantes de la capital. En la mayoría se buscó aprovechar infraestructura ya existente, como albercas semi olímpicas (25 metros de largo) y por la gran demanda también se instalaron armables.
Este diario reportó miles de asistentes a la inauguración de la primera playa artificial del mandato de Marcelo Ebrard, en Villa Olímpica. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Las reacciones fueron contrastantes. Desde la inauguración de “Playa Villa Olímpica” el 3 de abril de 2007, EL UNIVERSAL reportó que hubo desde familias precavidas que llevaban su itacate de pan de caja, jamón y mayonesa, hasta los visitantes escépticos que asistían con ropa negra, botas mineras y sin bañador, ni bloqueador solar.
La mecánica era permitir a los bañistas permanecer en la alberca y los chapoteaderos durante turnos de máximo dos horas, que alternarían según el orden asignado de brazaletes de colores anaranjado, verde y amarillo. También había espacios como canchas de volibol playero y futbol, go karts , salón de juegos y áreas de camastros.
El balneario de Pantitlán que el gobierno capitalino adaptó como playa aún puede visitarse, aunque ahora sin arena. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
A pesar de que ese día la inauguración se programó para las 14:30, desde la mañana hubo filas de “defeños” y hasta quejas sobre el tiempo de uso de las albercas, que de las 2 horas establecidas inicialmente quedaba en 15 minutos para algunos por la alta demanda.
Con todo y un breve rato de lluvia que orilló a los animadores a invitar al público al salón de juegos a ver la película Matrix , la concurrencia en el debut de las playas artificiales aseguró el éxito mediático.
Magdalena Contreras fue la quinta demarcación de la CDMX en contar con playas artificiales. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Es cierto que hubo problemas como insuficiencia de la capacidad de los vestidores, y que meses más tarde en una encuesta de este diario, con 750 personas de toda la ciudad, se reveló que la postura de los capitalinos acerca de estas playas era que “las aprueban, pero no las visitan”.
Otros testimonios valoraban la oportunidad pues nunca antes habían tenido la posibilidad de visitar una playa auténtica.
En 2013 este programa cesó toda continuidad cuando la administración de Miguel Ángel Mancera reportó falta de recursos. A 15 años de estas noticias y vivencias, la pandemia por la Covid-19 con sus restricciones sanitarias, así como la actual escasez de agua que vive el país , barren con toda esperanza de retomar programas de este tipo, que acerquen “el mar” a los bolsillos citadinos.