Hace 15 años, la Ciudad de México vivió uno de los momentos que marcaron la historia de las tribus urbanas: la pelea de emos vs punks en la Glorieta de Insurgentes.
Entre flecos, ropa negra y peinados con gel, los jóvenes se enfrentaron para defender sus respectivas ideologías.
Los hechos ocurrieron un 16 de marzo de 2008 cuando jóvenes convocaron a través de redes sociales a un enfrentamiento físico.
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La controversia inició cuando los punks se sintieron agredidos por la ideología de los emos, quienes aseguran copiaban parte de su vestimenta y rasgos característicos de su tribu urbana sin sustento.
Los punks llegaron a la Glorieta de Insurgentes supuestamente convocados para agredir a los emos, quienes ya se hallaban en el punto para defender sus intereses.
En aquel momento, la pelea entre emos y punks se volvió un tema controversial en el que incluso la policía tuvo que intervenir para separar a los jóvenes, quienes a golpes se agredieron entre sí.
Fue necesaria la presencia de más de 100 elementos de la policía para intentar separar la disputa, sin embargo, reportes de aquel día detallan que fue un grupo de Hare Krishna el que finalmente logró terminar con el conflicto al desviar la atención.
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EL UNIVERSAL documentó en 2008 que este fenómeno se replicó en estados como Querétaro, donde también se dio un enfrentamiento en la Plaza de Armas.
En Ciudad de México fueron alrededor de 5 horas las que duró el enfrentamiento que en aquel momento dejó saldo blanco.
Foto: David Jaramillo / EL UNIVERSAL.
Los emos era una subcultura o tribu urbana que surgió entre los adolescentes u jóvenes, cuyo movimiento se regía a partir de la tristeza y emotividad como rasgo distintivo de vida.
Se distinguían por el corte de cabello, y maquillaje cargado que utilizaban en los ojos. Además el estereotipo del emo también versaba sobre la vestimenta: pantalones entubados, camisetas de manga corta y rostros pálidos y sin maquillaje.
Sus orígenes se remontan a mediados de la década de los años 80 en Estados Unidos, precisamente en Washington D.C., como una subcultura creada a partir del rock, hardcore punk y una estética particular.
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