La vitamina D, conocida como la "vitamina del Sol", desempeña un papel esencial en la salud del cuerpo. Su principal función es facilitar la absorción de calcio y fósforo, minerales fundamentales para mantener los huesos fuertes y saludables. Además, actúa como una hormona, regulando la expresión de diversos genes y participando en funciones inmunológicas, musculares y neuronales. Estudios científicos han vinculado niveles adecuados de vitamina D con una menor incidencia de enfermedades como la osteoporosis, algunas enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de cáncer, según la Oficina de Suplementos Dietéticos de Estados Unidos.
La deficiencia de vitamina D es un problema común, especialmente en personas con poca exposición al sol, piel oscura, edad avanzada o que padecen obesidad. También puede deberse al uso excesivo de bloqueadores solares, que limita la síntesis de esta vitamina en la piel. Los síntomas de su deficiencia incluyen fatiga, debilidad muscular, dolor en los huesos, depresión, e incluso infecciones frecuentes debido a un sistema inmunológico debilitado. Realizar un análisis de sangre es clave para detectar y tratar esta carencia.
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La vitamina D se encuentra en alimentos como pescados grasos, especialmente:
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Aunque las frutas generalmente no son fuentes significativas de vitamina D, la palta o aguacate destaca con 4,5 microgramos de vitamina D por cada 100 gramos. Además, aporta grasas monoinsaturadas saludables, fibra, vitaminas C, E, K y del complejo B, y minerales como potasio y magnesio, que contribuyen al bienestar cardiovascular, digestivo y óseo.
Una dieta rica en alimentos que contienen vitamina D, combinada con una exposición adecuada al sol, puede mantener niveles óptimos de este nutriente. Para quienes tienen dificultades en su ingesta o síntesis, los suplementos son una opción, siempre bajo supervisión médica.
Además de consumir alimentos ricos en vitamina D, es necesario realizar actividades al aire libre para recibir exposición solar moderada. También se recomienda mantener una dieta equilibrada que favorezca la absorción de nutrientes esenciales como el calcio y el fósforo, necesarios para aprovechar al máximo los beneficios de esta vitamina.