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En muchas ocasiones los expertos de la salud visual han emitido las alertas para mitigar el uso indebido de dispositivos tecnológicos en los niños . Ahora es el turno de Salud Digna. Su área de optometría advierte que la luz que emana de los dispositivos electrónicos así como el uso indiscriminado de estos aparatos ha provocado que más niños puedan presentar problemas como: miopía, fatiga visual y, en el peor de los casos, desarrollar afecciones oculares más severas.
La asociación civil recomienda a los padres o tutores a “educar a los niños en el uso moderado de estos dispositivos , utilizar una correcta iluminación en las habitaciones y descansar la vista observando objetos lejanos, además de llevar a cabo una visita al optometrista de manera anual”. Es importante saber que la llamada luz azul que desprenden las pantallas digitales promueve la aparición de los errores de refracción que limitan la capacidad del ojo humano de ver con claridad.
“Lamentablemente, este tipo de problemas no se detectan hasta que ha impactado en las calificaciones de los niños y jóvenes con problemas de visión, generándoles inseguridad y problemas de autoestima”, destacó Juan Carlos Ordóñez, director general de Salud Digna. De acuerdo con esta organización, el 63% de los problemas visuales de los niños de cero a 15 años en el mundo se podría corregir simplemente con el uso de lentes graduados.
Algunos síntomas derivados de un uso prolongado de los dispositivos móviles son la miopía, la visión transitoria, dificultad de enfoque de distancias, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular, dolor de cabeza y ojos irritados, además de ojos secos o cansados.
Para disminuir los efectos adversos, la empresa recomienda: utilizar una iluminación adecuada y suficiente evitando los reflejos en la pantalla; descansar 20 segundos cada 20 minutos mirando a objetos situados a una distancia de seis metros o más; o colocar la pantalla a una distancia mínima de 30 centímetros en el caso de móviles y tabletas.
Además, aconseja acudir a revisión con el optometrista al menos una vez al año para verificar la calidad de la visión.