Si eres de las personas que recurre a la instalación de VPNs gratuitas en la computadora, teléfono celular o tableta para ver contenidos en streaming exclusivos de otros países, ten cuidado, ya que podrías estar comprometiendo tu información sin darte cuenta. Te contamos los detalles.
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Una VPN no es otra cosa que una red privada virtual que sirve para establecer una conexión dedicada entre dos puntos, esto significa que el tráfico que va dentro de esa comunicación no pueda ser visto por terceros que quieran interferir, razón por la cual se ha convertido en una herramienta fundamental en el mundo corporativo y el trabajo a distancia, para mantener encriptada la información de extremo a extremo. En las organizaciones, las VPNs son un elemento para incrementar la seguridad, aunque por sí mismas no pueden evitar un ciberataque.
Otra de sus características es que permite navegar de forma incógnita en la red, cambiando la ubicación de tu dirección IP y redirigiendo el tráfico hacia un servidor ubicado en otro país, sin que sea posible rastrear desde dónde te estás conectando.
Esta particularidad es la que ha popularizado el uso de VPNs, ya que evitan el bloqueo por geolocalización y permite que los usuarios accedan a contenidos digitales de películas, series, encuentros deportivos o videojuegos disponibles sólo en algunos países o regiones.
Sin embargo, cuando se trata de aplicaciones o herramientas ‘gratuitas’, no hay que olvidar que siempre conllevan un costo oculto, como señala Juan Marino, Gerente de Ciberseguridad de Cisco LATAM.
“Regularmente la gente busca salir del apuro e instala VPNs gratuitas sin preguntarse qué hay detrás o cuál es el beneficio que obtiene la persona o empresa que le está dando ese servicio. El usuario simplemente la usa sin saber si esa comunicación es realmente privada o si hay una inspección de su contenido, porque al momento en que se conecta pierde el control de lo que ahí ocurre”, explica Marino.
De forma sencilla se puede decir que existen dos tipos de VPN: las de pago y las gratuitas. Las primeras se caracterizan por garantizar mejor conexión y velocidad, se pueden utilizar en más de un dispositivo y cuentan con una amplia variedad de ubicaciones de servidores a los cuales puedes conectarte; mientras que en las VPNs sin costo ofrecen una cantidad de datos limitada de conexión, la cual es mucho más lenta e inestable, no siempre puedes elegir la ubicación del servidor, además de que presentan anuncios de publicidad.
Aunque en esencia las VPNs de renta mensual son las que mantienen un mejor cifrado para la protección de datos de sus usuarios, no es algo de lo cual puedas fiarte, por lo que en cualquiera de los dos casos es recomendable revisar las letras chiquitas y leer los términos del servicio.
“Uno debe desconfiar de lo que es gratis, porque siempre hay algo detrás, pero también hay que decir que el que tenga un costo no garantiza que sea seguro. Se debe dedicar un tiempo para buscar los servicios más conocidos, revisar las evaluaciones y reputación de los mismos, investigar si no hay casos de víctimas de ataques entre sus usuarios”, dice el experto en ciberseguridad.
De acuerdo con el ejecutivo, muchas de las aplicaciones gratuitas, e incluso se ha comprobado en algunas de pago, incorporan mecanismos de rastreo para capturar el tráfico de las personas, incluida la información personal, como contactos, contraseñas de redes sociales, correos o cuentas bancarias. “Aunque cumplas tu objetivo de ver esa serie o partido de futbol, una vez que toman tus datos pueden terminar a la venta en el mercado ilegal y posiblemente en una cadena de ataque por parte de hackers”, agrega.
En el mejor de los casos, basta con desinstalar la aplicación o extensión de VPN para evitar que el proveedor del servicio siga registrando tu historial de navegación, sin embargo, las escasas medidas de seguridad de estas herramientas gratuitas suelen ser aprovechadas por los atacantes para filtrar e instalar softwares maliciosos.
A pesar de que los malwares se ocultan y trabajan en segundo plano sin que las personas se den cuenta, hay algunas señales para detectarlos, por ejemplo si los equipos se vuelven más lentos o se sobrecalientan con facilidad, si aumenta la publicidad o ventanas emergentes, si en la carpeta de aplicaciones o del sistema hay archivos que no descargaste directamente o cuando la batería de los dispositivos móviles se descarga rápidamente.
“Ante cualquiera de estos signos se debe recurrir a un programa de detección y eliminación de spyware, aunque todo dependerá del tipo de equipo que se trate e incluso el sistema operativo que maneje; por ello lo más importante es ser más crítico al momento de buscar y elegir cualquier tipo de aplicaciones, ya sea una VPN o incluso de juegos, realidad aumentada o de servicios”, concluye el experto en ciberseguridad de Cisco.
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