El regulador de transporte de Londres dictaminó que Uber no puede renovar su licencia en la ciudad debido a un "patrón de fallas" que pone en riesgo la seguridad de los pasajeros. La compañía tiene 21 días para apelar la decisión y puede continuar operando en la ciudad durante ese tiempo.
Esto debido a que el regulador descubrió que más de 14 mil viajes reservados a través de la plataforma de Uber se habían realizado con conductores sin seguro . Señaló que la compañía no estaba haciendo los controles adecuados sobre los conductores, el seguro y la seguridad, y las infracciones en estos temas habían puesto en riesgo a los pasajeros.
El mayor problema que identificó fue que un cambio en los sistemas de Uber permitió a los conductores no autorizados subir sus fotos a las cuentas de otros conductores, lo que significa que los clientes no podían estar seguros de que serían atendidos por el conductor que habían reservado.
De manera crucial, el regulador dijo que " no tenía confianza en que problemas similares no volverán a ocurrir en el futuro, lo que lo llevó a concluir que la compañía no es adecuada y adecuada en este momento".
La empresa, que tiene 45 mil conductores y 3.5 millones de clientes en la capital británica, anunció inmediatamente que recurrirá esta decisión y precisó que seguirá funcionando con normalidad hasta que haya un fallo definitivo.
Uber
es acusada con regularidad de problemas de seguridad, como agresiones a sus usuarios o sus chóferes, lo que contribuyó a ensombrecer en muchos países una reputación también marcada por las polémicas sobre la insuficiente remuneración de sus conductores.
TfL
reconoció que la empresa había hecho algunos cambios positivos a favor de la seguridad de sus usuarios, pero los consideró insuficientes.
Por ese motivo, la autoridad de transportes londinense "ha concluido que no concederá a Uber London Limited (Uber) una nueva licencia de operador privado en respuesta a su última solicitud".
Este rechazo es el último revés para las operaciones de la compañía californiana en Londres, desde las protestas de los conductores de los tradicionales taxistas negros hasta una anterior suspensión de permisos en 2017 ya debida a cuestiones de inseguridad.
En septiembre, se le había concedido una prórroga de dos meses de su licencia tras la expiración de un acuerdo anterior de 15 meses. La renovación de los permisos estaban supeditados a la mejora de la seguridad de los pasajeros.