Un error muy común que se comente en internet es considerar que, por estar publicadas en las plataformas sociales, las fotografías son de acceso público y pueden utilizarse sin dar crédito al autor. Precisamente por ello es que retuitear en Japón podría meterte en problemas legales.
La Corte Suprema del país asiático dictaminó que si una persona reclama los derechos de una imagen, y demuestra la propiedad, puede tener acceso a la información personal de los usuarios que retuitearon su fotografía , sin importar si sabían o no que estaban violando la propiedad intelectual de un tercero.
Y es que el tribunal ordenó a Twitter que entregue las direcciones de correo electrónico de tres usuarios que supuestamente retuitearon una imagen que infringe los derechos de autor en la plataforma, de acuerdo con un reporte dado a conocer por el medio TorrentFreak.
La decisión se remonta a un caso de 2014, cuando un fotógrafo vio que una de sus imágenes, en donde se veía un lirio de los valles, había sido sacada de su sitio web y publicada en Twitter sin su consentimiento. Y no solo eso sino que, además al retuitear su fotografía automáticamente se recortó su nombre, un resultado derivado del propio algoritmo de Twitter y no directamente de las acciones de los usuarios.
Ante la situación el fotógrafo decidió llevar el asunto a los tribunales, buscando no solo demostrar que se habían violado sus derechos de autor sino conocer la identidad de aquellos que habían dado retweet a la imagen. En ese momento el Tribunal de Distrito de Tokio concluyó que sí se habían transgredido los derechos del fotógrafo, pero desestimó los reclamos en contra de los usuarios de Twitter que habían contribuido a distribuir la imagen.
El autor de la fotografía no consideró justa la decisión por lo que decidió llevar su caso al Tribunal Superior que se ocupa de la propiedad intelectual que estuvo de acuerdo no solo con el primer dictamen que afirmaba que se habían violado los derechos del artista sino que agregó que los usuarios que habían retuiteado la fotografía también habían cometido una falta ya que en sus publicaciones había sido recortado el nombre del autor.
Como resultado, el Tribunal Superior ordenó a Twitter divulgar las direcciones de correo electrónico de quien inicialmente había tomado sin permiso la fotografía así como de todos los que habían dado retweet.
Por supuesto la decisión no le gustó a Twitter por lo que decidió apelar la decisión, alegando que sus usuarios no tenían control sobre el algoritmo de recorte. Sin embargo, el argumento no fue válido en la corte.
Cuatro de los cinco jueces involucrados en la decisión se pusieron del lado del fotógrafo y consideraron que los usuarios de Twitter sí tienen un grado de responsabilidad. Lo que abre la posibilidad de reclamos en otras plataformas y contenidos en internet .
No está claro qué planea hacer el fotógrafo con la información de los usuarios, pero teniendo en cuenta que no le importó esperar años para recibir un fallo a su favor y que ya aprendió cómo utilizar las leyes de derechos de autor a su favor se especula que podría iniciar una batalla legal en contra de ellos.
Más allá de que el tema está llamando la atención por su la decisión, el problema es que puede sentar un precedente para perseguir a usuarios de redes sociales que, sin malas intenciones, publican una imagen sin saber quién es el dueño de los derechos.