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Las narraciones no siempre empiezan con un “érase una vez” y tampoco se cuentan únicamente a través del papel de los libros o el film de las películas; las historias se pueden contar al oído también. Después de 15 años de atestiguar el desarrollo de la industria de los podcasts, Dany Saadia, un mexicano que ha hecho cine y es fundador de Dixo, encontró en los podcasts una manera más libre y relajada de decir cosas y contar sus historias.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de contar historias únicamente con la voz?
Le veo puras ventajas hasta ahora. Me he dado cuenta de que el salto del audio al audiovisual es más sencillo que cuando le entregas una hoja de papel impresa a un productor audiovisual. Hay casos en USA de series de podcasts de true crime o ciencia ficción que han dado el salto al audiovisual.
¿A qué se debe lo anterior?
Ya hay audiencia. Si el podcast es popular, aunque sea en nicho, es más fácil que los productores audiovisuales volteen hacia el creador y le ofrezcan hacer el podcast en audiovisual.
¿Cuáles son las diferencias entre audio y audiovisual al contar historias?
Al contar historias en audio debes acompañar en todo momento a tu oyente; los tienes que meter en la atmósfera y situación a través del sonido, a través de un narrador o de actores que tengan diálogo. Te pone retos interesantes para no perder al oyente porque no lo puede ver, tenemos que contárselos en el oído.
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Es decir, ¿apela a la imaginación como cuando se leen libros?
Exactamente como un libro. Ese es un punto crítico. El libro, o la serie de audio, o el podcast, te obliga a imaginar lo que está narrando o escribiendo el autor. La audiencia ve un mundo como se lo describen y se lo imagina como el autor describe pero es el mundo que el oyente o lector está creando.
¿Y qué pasa con las películas?
En una película o serie ya no sucede lo anterior; es el productor o el director o el director de arte quien dice exactamente lo que él ve, no lo que el oyente o espectador ve. Por eso tantas veces se escucha que está mejor el libro que la película y es porque ya no apela a la imaginación del espectador o del oyente; eso se acabó.
Entonces, ¿qué sucede al escuchar un podcast?
Cuando se empieza a acompañar al oyente, es hacerlo para que él solo se imagine el mundo que los autores están creando en ese momento. Pero no se le va a imponer absolutamente nada, él [el oyente] se lo va a construir. Eso es lo hermoso de un podcast.
¿Los podcasts le permiten crear mundos más variados a los creadores de historias?
Al cien por ciento. Aquí no tengo ninguna restricción de presupuesto y eso lo hace increíble. Esas son las limitaciones y restricciones que tiene todo guionista, creador de películas o series televisivas. Por eso la ciencia ficción necesita presupuestos altos para poder llegar a la expectativa del lector o el oyente y es complicado; son millones de efectos especiales, sets extensos, etcétera. Siempre se está pensando en cuánto costará. Con el audio no tengo ninguna restricción de presupuesto, puedo volar mi imaginación por donde yo quiero.
¿Cómo afectan estas restricciones a los contadores de historias y cómo el podcast representa una ventaja?
Son recursos con los que todo cineasta necesita estar lidiando constantemente. Son peleas con los productores, porque preguntan que por qué quieren un Mustang del ‘77, por qué no un carro más fácil de conseguir. Entonces, el autor debe comprometer su visión. Esa es una de las grandes limitantes del audiovisual y que yo ya no tengo en el podcast e híjole, no sabes cómo lo disfruto. Ya no es mi problema tratar de encontrar producción. Nosotros casi casi estamos autofinanciando nuestros proyectos.
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Quince años de historias
¿Cómo inició Dixo?
Empezamos Dixo en 2005 porque Steve Jobs en ese momento sacó el término de podcast. En ese momento pensamos ‘nos tenemos que meter en esto porque es el futuro’. Creamos Dixo unos cuatro o cinco meses después, el problema al que nos enfrentamos en 2005 con los podcasts es que solamente se podían distribuir a través de iTunes, no como hoy en día que los puedes escuchar en plataformas como Spotify, iHeartRadio u otras agregadoras.
¿Cómo resolvieron ese problema?
En 2005 nos adelantamos tanto que tuvimos que generar nuestro propio player; así de plano una manera de poder poner un archivo mp3 en la nube, en el servidor, para que [los oyentes] le pudieran dar play y escuchar. Entonces lanzamos la página de dixo.com en una plataforma Movable Type y luego nos mudamos a Wordpress. Luego, en 2006, tuvimos la fortuna de poder tener una alianza con lo que era el portal número 1 de internet en México; Prodigy MSN, que era una alianza entre Telmex y Microsoft.
¿Por qué Prodigy MSN?
Ellos básicamente manejaban casi el 90% de todo el tráfico de publicidad en México. Nosotros nos convertimos en sus proveedores de podcasts; entonces ellos tenían un producto más que vender aparte de todos sus banners y demás. Evidentemente no tenían idea de que estaban vendiendo un podcast, no entendían qué era eso. Esta alianza duró de 2006 al 2009.
¿Qué pasó después?
Dixo entró en lo que yo llamo "respiración artificial", entró en terapia intensiva. Seguíamos haciendo podcasts porque teníamos nuestros podcasters. La gente que los escuchaba ya sabía cómo hacerlo porque ya empezaban los feeds RSS. Luego vino el boom, en 2013 o 2014, en EUA: cuando los iPhones ya venían precargados con la app de podcasts. Entonces, los oyentes podían suscribirse al RSS feed y escucharlo en esos dispositivos.
¿En qué momento los podcasts se volvieron lo que son actualmente?
En EUA salió un podcast llamado Serial, que se ha convertido en el podcast número 1 constantemente en los últimos 15 años. De repente, gente de la industria, nos dimos cuenta que el podcast era más poderoso de lo que se pensaba, gracias a Serial. Nos dimos cuenta que había más audiencia de lo que uno pensaba.
¿Y cómo figura Dixo en esa historia?
Hubieron varias redes de podcasts en USA muy similares a las de Dixo. Por eso digo que Dixo fue la primera red de podcasts en español, pero creo que fuimos la primera red de podcasts del mundo, he buscado pero no he hallado algún antecesor a Dixo. En el 2014, 2015, 2016, empezamos a ver muchas de estas redes de podcasts y lo único que esto demuestra es que los oyentes están ahí.
Un futuro creciente y en desarrollo
¿Cómo llegaron los podcasts a México?
Llegó Spotify, hizo unos requerimientos de compra en USA, invirtieron casi 500 millones en adquisiciones de empresas que se dedican a hacer contenidos para poder producir un podcast. Eso empezó a permear a México porque Spotify es muy popular aquí. O sea, las estadísticas dicen que la ciudad que más escucha Spotify, no podcasts sino música en general, es la Ciudad de México, aún más que Londres o Nueva York. Eso nos ha facilitado mucho a nosotros los creadores de podcasts decir ‘si tienes Spotify, puedes escuchar mi podcast ahí’.
¿Cómo ha reaccionado el mercado mexicano a los podcasts?
En México aún no entra en el mainstream. Todo mundo quiere tener un podcast, eso sí, pero todavía las marcas, las agencias de publicidad y las de medios, todavía no entienden o aprecian la lealtad del escucha de un podcast. Les está costando trabajo pero afortunadamente pronto ya no les va a quedar de otra y van a tener que voltear [a ver] al podcast.
¿Cómo ha ayudado Dixo a esta industria creciente en el país?
Dixo ha estado presente en esos 15 años. A mí me ha tocado evangelizar a marcas, agencias de publicidad, agencias de medios; también a los podcasters independientes para enseñarles y darles herramientas para que no se asusten y vean que no es tan complicado. Entonces yo he estado en el espectro, Dixo ha estado al lado de todos ellos durante estos 15 años.
¿Qué falta en México para que crezca la industria?
Creo que México necesita una asociación porque debemos empezar a poner un poco más de orden, justamente en este momento que [el podcast] está emergiendo y explosionando en México.
¿Por qué?
Porque si no nos ponemos de acuerdo, los productores de podcasts, distribuidores, hostings, vamos a entrar en una batalla en donde, en lugar de aliarnos como industria, nos vamos a estar pisando los pies. Digo, adelante con la competencia que es una maravilla, pero siempre que se tengan claro los lineamientos existentes para hacer crecer a la industria.
¿Hay alguna otra razón?
iTunes, por ejemplo, nos pone a competir con programas de radio que dicen que son podcasts pero no lo son. Hay una línea delgada entre podcasts y radio. En la radio en vivo compites con una industria que lleva muchos años y está muy metida en la cabeza del mexicano. Hay un gran consumo de radio y luego lo pasan a iTunes y ponen a competir mis podcasts con un programa de radio que tiene mucha más penetración. Es complicado. Esa es otra de las cosas por las que quisiera proponer esta asociación mexicana de podcasts