Si el Buen Fin es una buena oportunidad para renovar desde un celular hasta la pantalla de la sala de la casa, cabe la pregunta: ¿qué sucede con aquellos electrónicos que ya se tenían en casa? ¿Los utiliza alguien más de la familia? ¿Quedan destinados al olvido en alguna habitación o cajón? ¿Se desechan de forma adecuada?
Por los números que se ofrecen a nivel mundial, el último escenario es el menos frecuente, lo cual abre oportunidades y retos para los países.
Para continuar con el ejemplo citado líneas atrás, entre los artículos más vendidos en la edición 2024 del Buen Fin destacaron los electrónicos, ya que consiguieron casi ocho de cada 10 ventas que se efectuaron. La línea blanca se llevó un 4.7% del pastel que se repartió en esta convocatoria.
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En este sentido, tocar el tema del reciclaje de los llamados “gadgets” es más pertinente que nunca, como se verá a continuación.
Cada año, millones de dispositivos electrónicos se desechan, lo que crea una montaña que representa un desafío ambiental, económico y social.
Según datos de la ONU, América Latina genera alrededor del 15% de los residuos a nivel mundial, y México tiene una cuota de 1.5 millones de toneladas anuales. Sin una infraestructura sólida y políticas claras, por ejemplo, el país enfrenta una crisis en la gestión de estos elementos.
Los electrónicos están compuestos de una variedad de materiales que, aunque tienen valor económico, pueden ser altamente contaminantes si no se gestionan adecuadamente.
De hecho, varios de estos contienen metales pesados y otras sustancias tóxicas que, al ser desechados en vertederos al aire libre, pueden filtrarse al suelo y cuerpos de agua.
Cuando se reciclan adecuadamente, es una realidad, se extraen materiales como oro, plomo y cobre. Ello promueve una economía circular y reduce la necesidad de extracción minera.
María Julia Martínez, gerente en Vinculación en Desarrollo Sostenible del Tec de Monterrey, señala que México todavía enfrenta grandes desafíos con relación al reciclaje de este tipo de productos.
Aunque el volumen global de residuos ha alcanzado cifras alarmantes, aproximadamente 62 millones de toneladas, el país carece de datos precisos sobre cantidad y tratamiento.
La especialista destaca que “el reciclaje de electrónicos es un área de oportunidad muy grande”, especialmente en entidades o zonas como la Ciudad de México y Jalisco.
A nivel regulatorio, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos establece normas como la NOM-161-SEMARNAT-2011, pero su aplicación ha sido limitada por la falta de incentivos y apoyo financiero para el desarrollo de instalaciones especiales de desecho.
Martínez reitera que las limitaciones del reciclaje electrónico son provocadas por factores como la falta de incentivos económicos y normativas efectivas. “Hasta la fecha, implica un tema de volumen”.
Añade que el tratamiento no resulta rentable porque no existe un mercado secundario formal para los materiales recuperados.
Además, la gestión es compleja, ya que diversas piezas contienen metales peligrosos, lo cual añade trabas burocráticas y costos adicionales para las empresas dedicadas a esta práctica.
El tratamiento inadecuado tiene varias consecuencias negativas. En primer lugar, la acumulación de electrónicos no tratados en vertederos o sitios informales incrementa la contaminación del suelo y de los cuerpos de agua.
Estos residuos pueden liberar metales pesados y otras sustancias peligrosas, como mercurio y plomo, que representan un riesgo grave para la salud de las personas y el medio ambiente.
Sobre el factor económico: el 65% de la basura electrónica tiene la posibilidad de ser recuperada en México, según estudios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Sin embargo, debido a la limitada capacidad de la industria formal, gran parte de los elementos termina en el mercado informal o en el extranjero.
Cuando la práctica se hace de manera adecuada, tiene numerosos beneficios. Implica la recuperación de metales preciosos y otros materiales reutilizables, lo cual ayuda a reducir la necesidad de extraer nuevos recursos naturales.
Martínez subraya que las personas tienen un conocimiento casi nulo sobre el correcto manejo de estos residuos, lo que se traduce en hogares repletos de cables y aparatos viejos.
Y cuando deciden desecharlos, lo más probable es que terminen en basureros convencionales.
Explica que este tipo de acciones se da porque faltan centros de reciclaje accesibles y campañas de concienciación sostenibles.
En este sentido, llama a la creación de más espacios adecuados y al incremento en los esfuerzos de educar a la sociedad sobre el asunto.
A pesar de los beneficios potenciales, la industria formal de reciclaje de electrónicos en México enfrenta diversos obstáculos. Uno de los principales es la competencia con el mercado informal, que opera sin regulaciones y, en muchos casos, sin las medidas de seguridad adecuadas para proteger tanto a los trabajadores como al medio ambiente. Estos espacios han proliferado debido a la falta de monitoreo y apoyo al sector establecido.
A nivel nacional, solo algunos estados tienen una infraestructura mínima de reciclaje. Por ejemplo, Jalisco es una de las entidades que genera más residuos electrónicos, con aproximadamente 82 mil 70 toneladas anuales. Sin embargo, durante campañas de recolección en 2022 y 2023, se lograron reunir únicamente 38 toneladas.
Además, la capacidad que existe en México es limitada con relación al procesamiento. De las 153 empresas que tienen los recursos para manejar residuos electrónicos a lo largo del territorio, la mayor parte de estas solo realiza recolección y procesamiento básico, sin la alternativa de tratar completamente los materiales.
Como se adelantó, gran parte de los residuos recolectados termina en el mercado informal o en el extranjero, con lo que se “desperdician” los múltiples beneficios que podría dar la industria.
En los últimos años se han realizado esfuerzos para mejorar la situación del reciclaje de electrónicos en México. En 2020, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) publicó un diagnóstico que resaltaba la importancia de planificar la infraestructura para mejorar la práctica y la valorización de los residuos.
También se han establecido normativas específicas en la Ciudad de México, como la NADF-019-AMBT-2018, que regula el manejo de residuos electrónicos y establece directrices para los generadores y recicladores.
Igualmente, existen proyectos de reciclaje a nivel empresarial que buscan fomentar el tratamiento de electrónicos en colaboración con empresas y ciudadanos. REMSA, por ejemplo, ha colaborado con marcas como Telefónica Movistar y Office Depot con la intención de promover campañas de reciclaje, y cuenta con una campaña permanente de recolección gratuita para ciudadanos.
México tiene la oportunidad de aprovechar el reciclaje de electrónicos como una fuente de empleo y desarrollo económico, y al mismo tiempo proteger el medio ambiente y la salud pública.
Para ello, resulta fundamental mejorar la infraestructura de la industria a lo largo del territorio, fortalecer las regulaciones y promover una cultura de reciclaje en la ciudadanía.
Como se describió, la falta de políticas efectivas y la competencia con el mercado informal son desafíos importantes, pero con un esfuerzo coordinado entre el gobierno, las empresas y la sociedad, la nación podría lograr una gestión más sostenible de sus residuos electrónicos.
Martina López, experta en ciberseguridad de ESET, ofrece las siguientes recomendaciones:
Se centra en el reciclaje de computadoras y otros dispositivos electrónicos, lo que promueve un manejo responsable de estos residuos.
web: reciclacomputadoras.com
Servicios de administración y reciclaje de activos tecnológicos, incluyendo recolección, reparación y reúso responsable.
web: proambi.com
Empresa que opera bajo un sistema de economía circular colaborativa. Es una campaña permanente de recolección gratuita para ciudadanos, en alianza con Movistar.
web: reciclaelectronicos.com
Iniciativa que involucra a las principales empresas de telefonía celular en México; ofrece centros de acopio para reciclar dispositivos móviles y baterías.
web: anatel.org.mx/programaverde.php
Es organizado por la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX
Objetivo: fomentar el reciclaje de residuos electrónicos y eléctricos; se trata de una alternativa para evitar que estos terminen en la basura.
Horario y fechas: último fin de semana de cada mes, de 9:00 a 16:00 horas.
Sedes: diferentes puntos en CDMX.
Sitio: sedema.cdmx.gob.mx/programas/programa/reciclatron
¿Costo y beneficio? Es gratuito y asegura un proceso de tratamiento de productos electrónicos efectivo.
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