Seguramente ya comenzaste a recibir mensajes de que tus servicios de streaming , videojuegos y transporte suben de precio, lo que responde al Impuesto al Valor Agregado (IVA) que, desde el pasado 1 de junio se ha comenzado a cobrar como parte de una reforma fiscal que grava los servicios proporcionados por plataformas digitales.
Mientras algunas compañías han decidido absorber el impuesto para mantener sus tarifas, otras han aumentado su precio a los consumidores. Sin embargo, como señala BlackBox Startup Law, despacho legal especializado en dar asesoría de startups en México, lo cierto es que la reforma fiscal también incidirá en los ingresos de las personas que prestan servicios independientes ( conductores , repartidores y mensajeros ) y de quienes comercializan productos a través de e-commerce .
Y es que, explican, las plataformas deberán retener un porcentaje de Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre sus ganancias y también del IVA trasladado.
Aunque han pasado más de dos meses desde la entrada en vigor de esta reforma tributaria y las plataformas digitales continúan ajustando sus propias políticas para adaptarse a las modificaciones fiscales en cuestión.
Por ejemplo, Netflix anunció que el costo de sus suscripciones aumentaría. En cambio, Didi decidió asumir la carga financiera del IVA y no aplicó incrementos a los usuarios. Spotify , por otro lado, sí aumentó sus tarifas, pero decidió aplazar el cobro actualizado a sus suscriptores activos hasta el próximo mes de noviembre.
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también anunció cambios. Este marketplace dijo que el IVA y el ISR se les retendría a los vendedores , quienes además tienen que darse de alta ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT). El problema en ese caso, según señaló la misma plataforma, es que, debido a la pandemia y a la baja cantidad de citas, muchos no lo han podido hacer, lo que ha impactado en sus ganancias pues la retención de ISR llega a ser del 20%.
Este tema, dice BlackBox , ha polarizado opiniones, pues mientras algunos lo ven como una reforma necesaria para sentar piso parejo entre las plataformas digitales extranjeras y las nacionales, para otros la recaudación en este rubro solo afectará a los usuarios y a los prestadores de servicios afiliados en estas plataformas.
“Esta reforma fiscal empezará a afectar a muchas empresas que no tenían presencia física en México, pero que estaban vendiendo servicios digitales de alto consumo a los mexicanos, sin estar tributando absolutamente nada en nuestro país”, afirma Victor Aguirre López, socio fundador de la firma BlackBox Startup Law.
En el caso del IVA, agrega el abogado: “el tema es que lo paga el que consume el servicio o compra el bien; es decir, a la gran mayoría de los particulares nos incidirá porque en servicios de streaming antes no pagábamos IVA y ahora lo tendremos que hacer”.
Añadió: “la economía de gestión colaborativa es un sector que había crecido muy rápido y donde al Estado le costaba mucho trabajo recaudar, y con ello me refiero a la gente que se desempeña como chofer de auto privado , que entrega comida de restaurantes o que renta temporalmente su casa o departamento. El tema es que fiscalmente son personas físicas que proveen un servicio y que en muchos casos se beneficiaban de la figura de Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) y, por ello, no estaban obligados a pagar impuestos. Con esta nueva reforma se les va a retener ISR e IVA, por lo que sí verán una disminución real de su flujo de dinero”, añade el experto.
Por virtud de la reforma, se estableció un nuevo régimen de tributación para los denominados “servicios digitales”, entre los que quedan comprendidos los siguientes:
1. Descarga o acceso a imágenes, películas, texto, información, video, audio, música, juegos y/o cualesquier contenidos multimedia (coloquialmente streaming). Lo anterior no aplica para la descarga o acceso a libros, periódicos y revistas electrónicas.
2. Servicios de intermediación, los cuales son gestionados por intermediarios (plataformas tecnológicas y/o aplicaciones informáticas) que ponen en contacto a oferentes de bienes y/o prestadores de servicios con los demandantes o receptores de los mismos (consumidores finales). Se aplicarán retenciones a: servicios de transporte terrestre de pasajeros y de entrega de bienes, servicios de hospedaje y enajenación de bienes y prestación de servicios.
3. Clubes en línea y páginas de citas.
4. La enseñanza a distancia o de test o ejercicios.
Al igual que México, en otros países el cobro a este tipo de aplicaciones y plataformas es una realidad desde hace varios años. Según el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), en países como Chile, Noruega, España y Argentina se retiene hasta el 25% de las ganancias a estas empresas.
Sin embargo, el debate sobre estos impuestos recién regresó a la discusión pública luego de que Rishi Sunak, el Ministro de Finanzas de Gran Bretaña, propusiera eliminar estos impuestos a la tecnología “porque no recauda mucho dinero y podría perjudicar un impulso para un acuerdo comercial con Estados Unidos”, refirió en días pasados al periódico The Mail on Sunday.
Esta nación introdujo los impuestos digitales apenas en abril pasado y esperaba obtener una recaudación de alrededor de 500 millones de libras al año, pero las implicaciones políticas del llamado Facebook Tax son mayores, ya que una gran cantidad de plataformas y apps son de origen estadounidense, lo cual podría ser un “impedimento potencial para un acuerdo comercial bilateral posterior al Brexit” entre ambas naciones, refiere el rotativo.
Dicho escenario generó que la Unión Europea pusiera sobre la mesa una propuesta para establecer un impuesto global para gravar a las grandes corporaciones de internet; así, esta recaudación se haría de una forma más justa y homologada tanto para el beneficio de los gobiernos, empresas y usuarios, aunque esto aún no ha tomado forma tangible para llevarse a la práctica.