Según los informes, la compañía Nvidia se está preparando para renunciar a su compra de 40 mil millones de dólares del diseñador de chips Arm , según señaló el portal especializado Bloomberg.
El acuerdo ha enfrentado un intenso escrutinio por parte de los reguladores y la oposición vocal de los rivales, lo que obligó a Nvidia a ajustar su cronograma original para la compra.
Ahora, Bloomberg señaló que Nvidia les está diciendo a los socios que no espera que el acuerdo se lleve a cabo en absoluto, mientras que el actual propietario de Arm, SoftBank, supuestamente está "intensificando los preparativos" para hacer pública Arm a través de una oferta pública inicial, que podría ser una forma alternativa de librarse rentablemente de la empresa.
Tanto Nvidia como SoftBank siguen públicamente comprometidos con el acuerdo, y Bloomberg señaló que no se ha tomado una decisión final. Pero tales rumores no son sorprendentes dado que desde hace tiempo está claro que los vientos geopolíticos en contra, han estado soplando con fuerza contra la adquisición.
Arm es quizás el diseñador de chips de silicio más importante del mundo y se ha vuelto particularmente exitoso a través de una política de neutralidad, creando diseños para muchas compañías rivales en todo el mundo.
A pesar de las promesas de Nvidia, a los reguladores les preocupa que la adquisición signifique el final de esta postura y que el trabajo de Arm cambie lentamente para alinearse con los intereses de Nvidia, con sede en EU, sofocando el desarrollo de tecnología rival .
Es esta dinámica básica la que ha llevado a los reguladores del Reino Unido, la UE y los EU a analizar el acuerdo, y la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos incluso presentó una demanda para detener la adquisición por completo. Pasarán meses antes de que todos estos casos lleguen a una conclusión, alargando la adquisición ya alargada, que se acerca rápidamente a dos años desde el anuncio inicial.
Además de las preocupaciones de los reguladores occidentales, también hay que considerar a China, donde Nvidia espera un riguroso escrutinio.
Es difícil no comparar el acuerdo con la adquisición de NXP Semiconductors propuesta por el diseñador estadounidense de chips Qualcomm en 2016.
Ese acuerdo de 44 mil millones de dólares finalmente se abandonó en 2018 después de que los reguladores chinos se opusieran.
Sin embargo, por ahora, Nvidia y SoftBank están presionando públicamente en la misma línea: tenemos esperanzas y veamos qué sucede.
“Tenemos la esperanza de que se apruebe la transacción”, dijo un portavoz de SoftBank a Bloomberg News.
Un portavoz de Nvidia dijo a la publicación: "Seguimos manteniendo las opiniones expresadas en detalle en nuestras últimas presentaciones regulatorias: que esta transacción brinda una oportunidad para acelerar Arm e impulsar la competencia y la innovación".
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