Uno de los medios para mantener la operación de las empresas y la productividad de los empleados durante la contingencia por el coronavirus Covid-19 fue el home office que ha despertado el debate entre sus beneficios y desventajas , una de ellas, que se trabaja más tiempo.
Y es que el miedo a perder el trabajo y la necesidad de mostrar el compromiso ha empujado a muchos empleados a no desconectarse y adaptarse a un esquema de trabajo que en muchos casos les desbordan. Tanto es así que, si dependiera de ellos, tan solo 7% de los trabajadores en América Latina les gustaría seguir haciendo home office , según un estudio realizado por Contract Workplaces.
Una de las razones por las cuales trabajar desde casa no entusiasme a la mayoría, es lo extenso que se han vuelto sus jornadas de trabajo debido a la falta de planificación. “Eso ha traído algunos fallos que se están pagando con tiempo extra, explicó Mar Sabadell, profesora de Estudios de Economía y Empresa en la UOC.
De acuerdo con la especialista la falta de competencias digitales ha ocasionado que muchos empleados se sientan abrumados pues, aunque pudieran realizar algunas tareas en poco tiempo, tienen que digerir previamente mucha información, lo que nos lleva a pasar un tiempo significativo organizando seleccionando aquella que les es útil para su trabajo .
Otro problema es que en el contexto digital las demandas pueden llegar a ser constantes y se reciben de manera transversal, de distintos ámbitos de la organización. Ello implica que la vida laboral se inmiscuya irremediablemente en la vida familiar: el 74% de quienes teletrabajan revisa su correo fuera del horario laboral, frente al 59% de quienes no trabajan desde casa.
También se han realizado estudios que afirman que desde el confinamiento la jornada laboral comienza más temprano y se extiende más tiempo. “El problema es que todavía no existe una verdadera cultura del teletrabajo que nos lleve a separar el espacio del hogar destinado al trabajo del resto de nuestras tareas o labores cotidianas, señaló Pere Vidal, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC.
Las recomendaciones para que la experiencia del home office sea positiva es que tanto empresas como empleados pongan de su parte. Las organizaciones deben mostrar empatía con las situaciones personales, por ejemplo normalizar que aparezcan niños o mascotas durante las reuniones o que alguien deba dejar momentáneamente una reunión para atender a su bebé; facilitar que cada persona establezca sus horarios; y facilitar el acceso a tecnología y a comunidades, canales o grupos de chat en los que la gente comparta ideas, sugerencias y experiencias.
Por parte de los empleados deben evitar estar siempre disponibles pues ello resulta estresante e improductivo. Es necesario definir horarios que les permitan descansar y realizar otras actividades. Además es importante descansar incluso durante el horario de trabajo , tomarse un tiempo para relajarse, estirarse o comer tranquilos.