Agentes fronterizos
de Estados Unidos cada vez niegan más la entrada a los viajeros que arriban al país, debido a la información publicada por sus amigos en redes sociales como Facebook y Twitter o por mensajes que registrados en aplicaciones de mensajería como WhatsApp , informó el sitio TechCrunch.
El portal mencionó el caso de un ciudadano palestino que vive en Líbano y aspirante a estudiante de primer año de Harvard, a quien se le negó la entrada a Estados Unidos justo antes del comienzo del año escolar.
De acuerdo con el periódico escolar The Harvard Crimson , los oficiales de inmigración del Aeropuerto Internacional Logan de Boston interrogaron a Ismail Ajjawi , de 17 años, por su religión y prácticas religiosas . Posterior a que los agentes registraran su teléfono y computadora, tuvieron problemas con la actividad en las redes sociales de sus amigos.
Después de la revisión, la visa de Ajjawi fue cancelada y el fue deportado , a a causa del punto de vista de otra persona.
Según menciona el portal TechCrunch , a los viajeros se les niega cada vez más la entrada a Estados Unidos , debido a que los funcionarios fronterizos responsabilizan a las personas por los mensajes , imágenes y videos que les envían sus amigos y familiares a través de Facebook y Twitter, al igual que por medio de apps de mensajería como WhatsApp.
Tanto los ciudadanos estadounidenses como los extranjeros están sujetos a búsquedas injustificadas y pocos derechos relativos a la libertad de expresión, y muchos tienen acceso limitado a asesoría legal.
En un día normal, la Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos procesa 1.13 millones de pasajeros en avión, mar y tierra y niega la entrada a más de 760 personas. A veces, una negación es clara, como una condena penal pasada o la documentación incorrecta. Pero con frecuencia, no se dan razones específicas y no hay motivos para apelar.
Según TechCrunch , la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés) buscó el año pasado información en 30 mil dispositivos de viajeros, un aumento de cuatro veces desde 2015, sin ninguna sospecha razonable.