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Las tecnologías financieras hasta hace un par de años no figuraban en la lista de temas a discutir en países latinoamericanos. Sin embargo, recientemente, la región se ha sumado a la revolución fintech mundial. Están creciendo los ecosistemas de emprendimiento y las innovaciones enfocadas en el desarrollo de sistemas que permitan ofrecer nuevos productos y servicios a más personas.
En América Latina, México se ha posicionado como uno de los mercados más maduros en el campo de las fintech e insurtech, debido a que, comentó Andrés Fontao, cofundador y managing director de Finnovista, “más de 50% de la población no tiene acceso a servicios financieros formales, por ello los emprendimientos del país tienen especial relevancia”.
Datos del ranking 100Fintech, elaborado por las compañías internacionales KPMG y H2, indican que las fintech más grandes del mundo tienen como sede a China, seguidas Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. México se ubica en lugar 13, lo que convierte al país como el más desarrollado de América Latina en términos de tecnología financiera, mostró un análisis realizado por la compañía Finovissta.
A detalle, con 394 startups, México tiene el liderazgo como la nación con el mayor ecosistema fintech de la región. Una de las razones de ello es que las empresas de este sector
tuvieron una importante evolución luego de la promulgación de la “ley para regular las instituciones de tecnología financiera”, dada a conocer en marzo de 2018.
Aunque en un principio dicha ley generó
incertidumbre respecto a las medidas que las empresas tienen que acatar, al final apoyó su creación, pues, de acuerdo con información de Finnovista, el número de startups registradas en la categoría de fintech creció 18% entre junio de 2018 y mayo de 2019.
El éxito nacional que está logrando esta tecnología financiera está relacionado con las oportunidades que existen en el mercado. “México es un país con más de 120 millones de habitantes y, la mitad, no tiene acceso a servicios financieros formales. Hay una gran oportunidad en el país y eso lo ven tanto los emprendedores, como los inversionistas”, apuntó el cofundador de Finnovista.
México tiene el esquema legal más avanzado a escala regional.
“Tenemos la regulación, la oportunidad y el apetito de los inversores. Estamos viendo que firmas de capital de riesgo de Asia, Estados Unidos y Europa tienen la mirada fija en el país como un mercado de desarrollo para el sector fintech”, aseguró Fontao.
A pesar de los buenos resultados, todavía hay obstáculos a superar. En la opinión de Fontao, dos de los principales son el acceso a capital monetario y humano. “Si bien la
inversión de fondos de capital de riesgo ha
aumentado, México todavía no se encuentra al nivel de países más desarrollados en este ámbito, como Reino Unido, por ejemplo. Por otro lado, se requiere de talento humano, es decir, de líderes con conocimiento profundo de la industria financiera para transformarla, personas que entiendan bien las entrañas de la banca, de las finanzas y de los seguros, lo que aumenta las posibilidades y probabilidades de éxito de este tipo de empresas”, explicó.
De acuerdo con el especialista, las firmas del sector que encuentran su nicho y ofrecen una buena experiencia, tienen un crecimiento tan acelerado que llegan a amenazar a la banca tradicional, lo que ha provocado que ésta busque alianzas para conservar e incrementar su número de clientes.
Fontao prevé dos tendencias a mediano y corto plazos en México: la maduración de las fintech y el interés de empresas tecnológicas por este sector. Asimismo, espera que aumente la colaboración entre grupos claves de la industria “para trabajar juntos y acelerar la innovación”, dijo.
