En Tech Bit probamos la MacBook Air de 15 pulgadas y la MacBook Pro de 16 pulgadas, cada una de ellas tiene sus propias bondades y puede funcionar muy bien para este regreso a clases. Sin embargo, todo depende del tipo de uso que se le de al equipo.
A continuación, te enlistamos las características de cada uno para elijas de manera inteligente tu próxima computadora.
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Si los estudiantes de nivel medio superior, superior o de posgrado tuvieran que elegir entre la MacBook Pro de 16 pulgadas y la MacBook Air de 15, la gran mayoría de ellos no se arrepentiría de seleccionar esta última.
Los dos modelos son muy buenos. Sin embargo, consideramos que la versión Pro es demasiado poderosa, por lo que el usuario con requerimientos de cómputo normales no le sacará todo el provecho. En Tech Bit ya probamos estos dos modelos para darte las siguientes recomendaciones y elijas la mejor opción.
Desde luego, una de las diferencias más notorias es el precio. Mientras el modelo Pro de entrada (con Chip M2 Pro) cuesta alrededor de 54 mil pesos, la MacBook Air (Chip M2) vale aproximadamente 30 mil pesos.
La MacBook Air de 15 pulgadas funciona con un chip M2 de Apple con 10 núcleos, GPU de 16 núcleos, Neural Engine de 16 núcleos y su velocidad de transmisión de información es de 100 gigabits por segundo (GB/s).
La pantalla retroiluminada es de 15.3 pulgadas, tipo IPS con resolución de 2880 x 1864 pixeles compatible con mil millones de colores.
Su brillo es de 500 nits y, en ese sentido, notamos que en exteriores, en condiciones de mucha luz solar, no es tan cómoda la visualización de las imágenes en la pantalla. Aunque se puede trabajar sin problemas.
En nuestra pruebas, las cuales se han hecho durante poco menos de una semana, usamos un equipo con 16 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento. Destacamos el tema del tiempo en que hemos usado el equipo porque resulta obvio que en ese periodo no saturamos el almacenamiento de la Air. Sin embargo, recomendamos que, de ser posible, se adquiera un equipo de al menos 512 GB de capacidad, pues se trata de un gadget que durará varios años, lo que conlleva una constante acumulación de archivos.
Los procesos de trabajo para los cuales usamos este producto, han sido moderados, muchos relacionados al uso de software de ofimática, algunas apps de entretenimiento y solo algunas pruebas de manipulación de video y edición de foto. Es decir, la exigencia no ha sido muy alta. En ese contexto la computadora cumple con lo prometido por Apple y su rendimiento es de aproximadamente 18 horas de autonomía sin necesidad de recarga.
Desde que Steve Jobs presentó la primera generación de los MacBook Air en 2008, estos equipos, como el nombre lo sugiere, son muy livianos. Modelos de 13 pulgadas de generaciones anteriores pesaban poco más de un kilo. Así, a veces, los usuarios –y podemos incluirnos entre ellos– apenas notaban su peso dentro del bolso o backpack. El modelo de 15 pulgadas pesa 1.510 kilogramos y, en nuestra opinión, roza el límite de peso que es cómodo llevarse a todos lados, a lo largo del día.
La pregunta clásica cuando se comparan dos equipos es: ¿cuál es mejor? En este caso, la respuesta depende de las necesidades de cada usuario.
Si bien es obvio que el modelo Pro es más potente. También es una realidad que no resultará “lo mejor” para un estudiante que solo desea usar word, excel, algunas apps de creatividad, redes sociales y plataformas de streaming. No será lo mejor porque subutilizará su dispositivo.
En cambio, para estudiantes y futuros profesionales cuya principal actividad sea la edición de video en ultra alta definición, o el modelado de objetos en 3D, para ellos sí tiene sentido elegir un equipo Pro.
La MacBook que utilizamos fue el modelo de 16 pulgadas, lanzada hace pocos meses. Este equipo es para alta exigencia en temas de procesamiento de gráficos.
Incluso, podemos decir que el equipo está listo para respaldar los procesos más complejos del presente y del futuro inmediato pues, por mencionar un ejemplo, soporta el uso ¡simultáneo! de hasta cuatro monitores externos: tres de ellos con resolución 6K y uno más con 8K, esto a través de sus conectores Thunderbolt y HDMI.
Las versiones superiores del procesador M2 de Apple son las Pro y Max. El modelo que utilizamos por varias semanas incluye este último, que es el de mejor rendimiento ya que integra 12 núcleos, GPU de 38 núcleos y cuadriplica la velocidad de ancho de banda de memoria de la versión regular del M2, pues alcanza los 400 GB/s.
Esta MacBook es una de las más potentes: incluye 64 GB de RAM y 2 TB de almacenamiento en sistema sólido (SSD). Sin embargo, hay versiones con menores capacidades, como 16 GB de RAM y 512 GB de SSD, esto se puede configurar según lo que requiera el usuario y de eso depende el costo. El modelo que probamos cuesta más de 80 mil pesos.
Este equipo no es del todo ligero. Traerlo en la mochila a lo largo del día fatiga un poco. Mucho de ese peso adicional se debe a que la batería es muy grande. Apple señala que rinde 22 horas de uso continuo. Y es cierto. En la vida real utilizamos el equipo en un viaje largo, realizamos una cobertura periodística en Asia. Así, en el trayecto la sacamos para trabajar en salas de espera en aeropuertos y en lobbies de hoteles. Luego fue el instrumento de trabajo para realizar toda la cobertura del evento.
Además, alrededor de dos o tres horas al día también la sacamos de su estado de stand by para editar de manera remota contenidos. En el viaje de aproximadamente siete días solo fue necesario recargar la batería una vez.
El equipo pesa 2.160 kg. Aparentemente no es mucho pero, traerlo en la mochila todo el día durante una jornada de trabajo larga es un tanto cansado. Creemos que lo mismo pensará el estudiante que va de un lugar a otro.
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