Desde hace años se ha estudiado la capacidad de los cerdos de aprender algunas habilidades. Estos inteligentes animales ya habían demostrado su capacidad de aprender algunas formas, distinguir entre izquierda y derecha y seguir algunas órdenes. Pero un estudio reciente de la Universidad de Purdue reveló que también pueden jugar videojuegos, al menos de una manera muy básica.
Los investigadores pusieron a cuatro cerdos a manipular un joystick que controlaba el movimiento de un cursor mostrado en un monitor de computadora . La misión de los animales era mover la palanca para hacer contacto con los objetivos que aparecían en la pantalla. Si lo hacían bien, recibían una recompensa.
Aunque no parece una tarea muy compleja, los investigadores señalan que, para poder realizarla, los puercos tuvieron que comprender qué era lo que se les estaba pidiendo, es decir que demostraron que podían “aprender” a pesar sus limitaciones visuales y de destreza, y “entender” la reacción entre el movimiento del joystick y el cursor en pantalla.
De acuerdo con el estudio publicado en Frontiers in Psychology, el experimento destaca pues, aunque originalmente el juego fue desarrollado por la NASA para hacer pruebas en monos, los cerdos lograron pasar la mayoría de los niveles sin la ventaja de tener pulgares o una vista aguda.
¿Cómo se hizo el experimento?
Los científicos analizaron dos razas de cerdos. Por un lado dos Yorkshire llamados Hamlet y Omelet; y por otro dos minicerdos llamados Ebony e Ivory. Todos fueron entrenados en una instalación en la Universidad Estatal de Pensilvania.
El primer paso fue que los animales aprendieran a manipular el joystick y, una vez que dominaron esa habilidad , comenzaron a jugar una vez al día durante un período de 12 semanas por lo que poco a poco fueron mejorando en la tarea. En un inicio los cerdos veían una borde azul en los cuatro lados de la pantalla y debían hacer que el cursor tocara alguno de los puntos. Pero poco a poco la dificultad fue aumentando y en el siguiente "nivel" solo había tres bordes disponibles.
Como imaginarás, en la siguiente sesión solo aparecían dos paredes y luego solo una. Finalmente para aumentar aún más la complejidad de la tarea, al final no solo se veía un borde sino que este aparecía en en diferentes lados de la pantalla. El resultado es que todos los cerdos se desempeñaron bien y movieron el cursor en la dirección correcta a una velocidad superior a la esperada por los científicos . Sin embargo, Hamlet y Omelet dejaron de participar en el experimento porque crecieron demasiado como para estar parados tanto tiempo y completar las sesiones.
Posteriormente, aunque la misión siguió siendo la misma, lograrla se ponía cada vez más difícil pues conforme se avanzaba en el experimento los bordes que se tenían que tocar se hacían más pequeños e, incluso, comenzaban a moverse. De hecho, el movimiento ya fue demasiado, pues los animales no pudieron reaccionar con la velocidad suficiente.
Aun así los científicos destacaron que, considerando las limitaciones visuales, pues los cerdos presentaban hipermetropía , llegaron mucho más lejos de lo que esperaban en el desarrollo de sus habilidades.
Todo se logró con amor
Los investigadores señalaron que ninguno de los animales fue lastimado durante el experimento , lo que es más, fueron tan cuidados que crearon un lazo con sus entrenadores .
Y es que, como parte de las recompensa que se ofrecía a los cerdos, además de alimentos, se les alentaba con caricias y se descubrió que el estímulo afectivo era más poderoso que la comida. Cuando su cuidador los alentaba, su desempeño era mejor y completaban los juegos. Incluso, durante el periodo de tiempo en que su entrenador tuvo que ausentarse debido a una enfermedad, los animales no querían realizar las tareas.
Por último, los investigadores destacaron que Ivory fue el animal con los mejores resultados al completar la misión el 76% de las veces cuando solo se mostraba uno de los bordes. Y también se dijeron sorprendidos al ver que, tanto Ebony como Ivory pudieron retomar el juego un año después por lo que, al parecer, los cerdos también tienen una sofisticada memoria de largo plazo.