El desarrollo de la Inteligencia Artificial y el Machine Learning se ha acelerado en los últimos años pero todavía parece que estamos lejos de ver su verdadero potencial. Ha habido ejemplos de máquinas que, si las dejan "evolucionar", comienzan a crear de manera independiente y hasta a generar algo distinto a lo que fueron programadas para hacer. Un ejemplo es un sistema de Facebook que fue desconectado después de que comenzó a comunicarse con su propio lenguaje. Precisamente ejemplos como éstos son los que han llevado a algunos investigadores a afirmar que la realidad en la que vivimos fue generada de manera artificial.
Un equipo de físicos teóricos que trabaja con Microsoft publicó un interesante artículo de investigación que propone que el universo es un sistema de autoaprendizaje de leyes evolutivas. En otras palabras, que vivimos dentro de una computadora que aprende.
No se trata de un tema nuevo. Por años algunos científicos han explorado diversas teorías y también realizado experimentos como la simulación de Bostrom que ha sido un tema candente en los círculos científicos últimamente. En ese sentido recientemente se puso sobre la mesa una interesante teoría: ¿Qué pasa si estamos viviendo en una simulación, pero no hay computadora ?
Apodado "El Universo Autodidacta " y publicado en arXiv, un archivo en línea para documentos científicos , el artículo tiene una extensión de 80 páginas y presenta un argumento superficial, pero convincente de una teoría interesante.
Lo que proponen los autores del artículo es que el universo pudo o no existir pero el hecho de que exista nos dice cómo funcionó. Proponen que hay una ley, una especie de algoritmo que ha provocado que todas las cosas sucedan y que esas son las bases para determinar qué es lo que va a pasar en el futuro.
El documento sostiene que las leyes que gobiernan el universo son un sistema de aprendizaje evolutivo , algo así como un sistema de machine learning o aprendizaje de máquina. En otras palabras: el universo es una computadora y, en lugar de existir en un estado sólido, se perpetúa a través de una serie de leyes que cambian con el tiempo.
Básicamente lo que proponen es que así como actualmente podemos enseñar a las máquinas a realizar funciones de despliegue a lo largo del tiempo, es decir, a aprender, las leyes del universo son esencialmente algoritmos que funcionan en forma de operaciones de aprendizaje.
Según los investigadores, así cómo hoy la tecnología nos permite ver como emergen estructuras que se asemejan a arquitecturas de aprendizaje profundo en sistemas autodidactas simples, podríamos imaginar que nuestra realidad también se formó en una arquitectura central operativa que ha dado forma a nuestro universo y las leyes que lo rigen. Es decir que nuestro universo evolucionó a partir de un sistema autodidacta que surgió de las condiciones iniciales más mínimas posibles.
Aunque se trata de solo una teoría prácticamente imposible de comprobar, la propuesta de estos investigadores es que sí podemos entender las leyes de la física, entonces podríamos pensar que la respuesta al origen del universo también tiene una explicación lógica y simple: que la ley física original se perpetúa a sí misma y puede aprender y evolucionar.
Entonces, en su opinión, el universo no comenzó con un Big Bang , sino con una simple interacción entre partículas que a lo largo de los siglos han ido evolucionado y aprendido para hacer cada vez patrones más complejos.
Un punto interesante de su teoría es que señalan que las leyes del universo en constante evolución son irreversibles y unidireccionales, eso quiere decir que la evolución no puede regresar.
Para ilustrar estos puntos, los investigadores invocan la imagen de un experto en informática forense que intenta recrear cómo un programa en específico llegó a un resultado. En este ejemplo el experto podría simplemente comprobar las marcas magnéticas que quedan en el disco duro, es decir que los resultados del programa son reversibles ya que existe un historial de su ejecución.
Pero si el mismo experto en tecnología intentara determinar los resultados de un programa examinando la CPU, posiblemente la entidad más responsable de su ejecución, sería mucho más difícil hacerlo. No hay un registro interno intencional de las operaciones que ejecuta una CPU. Entonces se tendría que examinar cómo cambió cada partícula que interactuó con sus procesos durante las operaciones solo para comenzar a entender la imagen histórica de un programa de computadora a través de la observación.
Su teoría significaría que las leyes del universo son capaces de evolucionar con el tiempo de manera que conceptos como la relatividad pueden haber tenido consecuencias diferentes hace millones de años y serán diferentes en el futuro, por lo que, en realidad, la física sería una ciencia en constante movimiento.
Por supuesto, todo esto es especulación basada en la física teórica y, lo publicado hasta ahora es parte de un artículo inicial, se espera que los científicos avancen en el tema.