Desde 2005, cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Internet, una oportunidad para reflexionar sobre varios asuntos en torno a la red de redes, incluyendo el impacto en la vida de las personas.
Su origen se remonta a la década de los 60, en plena Guerra Fría, cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos buscaba crear una red de comunicaciones capaz de resistir ataques nucleares; al poco tiempo, la idea cambió para dar pie a un medio de intercambio de información entre centros de investigación en distintas ubicaciones geográficas, que se expandió gradualmente para incluir universidades, compañías y finalmente a la sociedad.
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“Internet ha transformado profundamente la forma en que nos comunicamos, trabajamos y accedemos a la información, al punto de ser considerado una herramienta casi indispensable en la vida cotidiana con la comunicación instantánea mediante correos electrónicos y aplicaciones de mensajería; la búsqueda y difusión de información, y la realización de transacciones comerciales y financieras en segundos”, asegura Ramón Viñals, director de Ingeniería de Cisco Latinoamérica,
Añade que lo mejor es que las conexiones a través de la red siguen creando oportunidades de desarrollo tanto para las personas como para las empresas y los países.
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Las tecnologías alrededor de internet no han dejado de crecer y evolucionar. Primero ocurrió el enrutamiento a través de diferentes protocolos, y siguieron los conmutadores y la telefonía IP, que facilitó el acceso al público general y marcó el inicio de una nueva era digital.
Con el paso de los años, las conexiones se hicieron cada vez más accesibles: surgieron el cable coaxial y la fibra óptica, para enlaces mucho más rápidos y con mayor estabilidad. Posteriormente, se dio la llegada de la banda ancha y las redes móviles de alta velocidad, que permiten conectar a millones de personas en todo el mundo de forma fluida y constante.
En la historia reciente, la proliferación de teléfonos inteligentes y dispositivos móviles ha significado una nueva revolución en cuanto a la forma en que interactuamos en la red, a partir de la incorporación de tecnologías como el 3G, 4G y, más recientemente, el 5G.
“Mientras que la primera generación (3G) permite una velocidad mínima de 2 Mbps, lo suficientemente rápida para reproducir contenido y descargar datos, la red 5G ofrece una velocidad promedio de 500 Mbps, capaz de soportar servicios y aplicaciones en la nube con gran cantidad de datos, como la reproducción 4K y 8K”, explica el ejecutivo de la empresa líder en arquitectura de redes para el funcionamiento de internet.
En la actualidad más de 5 mil millones de personas utilizan internet alrededor del mundo, cifra equivalente al 66% de la población. Aunque el número de internautas sigue creciendo año con año, aún queda pendiente conectar al 34% restante.
“La tecnología tiene el potencial de transformar al mundo, la próxima generación de internet será mucho más predictiva gracias al impulso de la inteligencia artificial, con la capacidad de enriquecer la forma en que aprendemos, producimos y afrontamos los desafíos que se presenten. Por ello la importancia sumar esfuerzos para cerrar la brecha digital y lograr que todas las personas puedan aprovechar los beneficios que ofrece la conectividad a través de internet”, complementa Viñals.
Internet ha dejado de ser una herramienta de comunicación para convertirse en un pilar de la sociedad moderna, y es tal su relevancia que la ONU ha llamado a la acción colectiva para lograr la conectividad universal, para un futuro digital inclusivo y equitativo para todos.