La empresa china Huawei se ha visto en problemas durante los últimos meses. Las autoridades de Estados Unidos la acusan de tener un estrecho lazo con el gobierno de China y utilizar su tecnología para espiar a los usuarios. La compañía siempre ha negado lo anterior pero, aun así, enfrenta restricciones que le impiden hacer negocios con firmas estadounidenses. Buscando que esto no afecte a su marca Honor , decidió venderla.
Actualmente Huawei no puede, por ejemplo, llevar al mercado teléfonos inteligentes con los servicios de Google instalados, tampoco acceder a ciertos componentes, como chips. Es por ello que la empresa anunció la venta de la marca de móviles de bajo costo de su propiedad: Honor, con la intención de salvar la cadena industrial de esta última, en un momento en el que el gigante tecnológico chino se enfrenta a sanciones por parte de Estados Unidos.
Huawei argumentaba que Honor era una división diferente y, por lo tanto, no debería ser considerada como parte de las restricciones. Pero el gobierno de Estados Unidos no aceptó este argumento.
Es así que Huawei ha vendido todas sus participaciones de Honor a Shenzhen Zhixin New Information Technology, un consorcio formado por una treintena de representantes y distribuidores, indicaron ambas empresas a través de un comunicado conjunto. “Una vez que se complete la venta, Huawei no tendrá acciones ni participará en ninguna gestión comercial o actividades de toma de decisiones en la nueva compañía Honor”.
En el texto también se puede leer: "Esta adquisición representa una inversión impulsada por el mercado para salvar la cadena industrial de Honor. Es la mejor solución para proteger los intereses de sus consumidores, vendedores, proveedores, socios y empleados”.
La venta, cuyo importe no se detalla en el comunicado, se produce en un momento en el que Huawei está sometida a varias presiones por parte de Estados Unidos.
"Es posible que la venta permita que Honor use tecnología de Estados Unidos y software como Google, y también hay posibilidades de que Honor recupere nichos que Huawei ha perdido en el mercado internacional", dijeron analistas citados hoy por el diario estatal Global Times.
Cabe señalar que Honor, marca destinada principalmente a los jóvenes y presupuestos bajos, vende, según Huawei, unos 70 millones de teléfonos al año.
Cada vez más presión
La Administración presidida por Donald Trump considera a Huawei una amenaza para la seguridad nacional, ya que los aparatos de la marca, asegura, podrían manipularse para que Pekín espíe a sus usuarios, algo que Huawei siempre han negado, y atribuye la ofensiva a que es víctima del deseo de Estados Unidos de eliminar a un poderoso competidor.
El pasado mes de agosto, Estados Unidos adoptó una serie de medidas para impedir que Huawei adquiriera microprocesadores u otras tecnologías producidos por otras empresas pero realizados parcial o totalmente con software o hardware estadounidense.
En la práctica, esto supone que los principales productores de chips de Europa y Asia, como la holandesa NXP Semiconductors, la taiwanesa MediaTek o la coreana Samsung Electronics solo pueden vender sus productos a Huawei si Estados Unidos lo autoriza.
El gigante chino asegura que la producción "está sometida a terribles presiones", ya que el grupo no logra suministros de componentes electrónicos debido a las sanciones estadounidenses. "La venta ayudará a los proveedores de Honor a superar este periodo difícil", se señala en el comunicado.
Washington también protagoniza una campaña contra las r edes de 5G desarrolladas por Huawei por sospechas de espionaje.
Asimismo, en diciembre de 2018, había abierto otro frente contra la empresa al solicitar a Canadá el arresto y extradición de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, a la que acusa de fraude bancario para evadir las sanciones comerciales impuestas contra Irán.
Meng, hija del fundador de la compañía y una de las mayores fortunas de China, está en libertad bajo fianza en Canadá a la espera de que los tribunales del país resuelvan si la extraditan a Estados Unidos.